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Sin titulo (Una Historia Romántica)

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Mensaje por rose_vampire Mar Abr 17, 2012 12:16 pm

Aquí les dejo el prologo de mi historia... Espero les guste.
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Cathlen es una de las mejores estudiantes del internado Buenaventuranza, siempre se ha dedicado a su familia y a sus amigos, sin dejar atrás sus estudios.
Andrew es el chico perfecto para todas las chicas, bueno para casi todas, desde que entró al internado ha preferido molestar a Cathlen y sus amigos. no obstante en el cuarto año de la secundaria empieza a observar más a esa chica de cabello castaño y ojos oscuros que le atrae tanto el mirarlos.
¿Es posible que su ego y su orgullo le dejen aparte de ella? ¿O será capaz de tragárselos para estar con ella?
Cuando decide hacer algo ante ello llega un nuevo alumno, Derek. Ahora debe luchar por ella, para que Cathlen se entere de los sentimientos que tiene hacia ella.
Orgullo y celos se desenvuelven en esta historia, donde todo lo que ves llega a ser completamente diferente a lo que piensas.


Última edición por rose_vampire el Lun Mayo 14, 2012 12:49 pm, editado 2 veces
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Mensaje por rose_vampire Miér Abr 18, 2012 1:54 pm

Capítulo 1

Cathlen entró en su habitación, lloró en su cama un gran rato, salió y se dispuso a entrar al baño, tomar la navaja con la que se cortaba el cabello e hizo certeros cortes en sus muñecas, mientras se desangraba pensaba en su vida, la cual pasaba frente a sus ojos por breves momentos. Antes de morir sonrió y con su último aliento murmuró:
-Descansaré en paz de todo el sufrimiento que me hiciste pasar.
Tiempo antes en el Internado Buenaventuranza, al que asistía, era un día normal, ella se encontraba sentada a la sombra de un árbol con sus dos mejores amigos, Steven y Stephan, gemelos. Leyendo su libro favorito y comentándolo con Steven y Stephan cuando de pronto sintió que alguien la observaba, sintió unos ojos grises penetrantes, sin embargo cuando volteó su mirada a donde estaba el chico, algo incomprensible, pues ese chico era Andrew, un muchacho de su misma edad, pero que desde cuando habían entrado de pequeños la odiaba y molestaba. Andrew desvió su mirada, Cathlen se sintió tan extraña que les dijo a sus amigos que llegarían tarde a clase, que debían irse ya, recogió sus cosas y no puso atención a Stephan quien le decía que esas lecciones las tendrían libres.
Al día siguiente en la mañana tenía clase de Gramática, con el grupo de Andrew. Cathlen como siempre llegó temprano buscó un asiento cerca del profesor. Ella se asombró al ver que Andrew también buscó un asiento adelante, no obstante no le dio mucha importancia, hasta que en medio de la clase llegó una nota para ella, apenas alcanzó a ver quien la enviaba; Andrew, cuando el profesor decomisó dicha nota y castigó a ambos.
Andrew nunca había sido castigado, cómo se le podía ocurrir haber enviado esa nota en clase, después de que había pasado casi seis años molestándola e ignorándola ahora no podía sacar de su mente a esa chica de cabello castaño y penetrantes ojos chocolate. Decidió que no importaba lo que ocurriera con ella siempre y cuando sus amigos nunca se diesen cuenta, qué explicación podía dar con esa actitud de debilidad suya.
Los castigos debían ejercerse por las noches, así que aquella noche Cathlen y Andrew estaban ayudando a su profesor revisando exámenes. El profesor salió por un momento, en el cual Andrew aprovechó para leer en voz alta la frase en una redacción de una chica de tercero que rezaba “El amor puede ser planeado, no importa que te digan lo contrario”. Ella estaba en silencio sumida en sus pensamientos y con la duda de lo que decía esa nota. Luego escuchó a Andrew decirle:
―El amor llega sin ser llamado y con la persona menos pensada ¿Cierto?
Cathlen no podía imaginarse como esas lindas palabras salieron de aquel chico tan frío e indiferente con ella, simplemente sonrió y cuando iba a volver con su puño de exámenes por revisar él le tomó el brazo, la acercó y le susurró al oído:
―Me gustas aún más cuando sonríes ―y la besó.
Cathlen estaba paralizada, no pudo reaccionar de forma distinta que devolverle el beso, en su mente se arremolinaba lo que había estado ocurriendo con él, desde la mirada del día anterior, la nota recibida ese día en clase y ese beso suave y cálido; así fue como bajo la luz colada de la luna todo comenzó.
El siguiente día Cathlen quiso acercarse a hablar con Andrew, pero no tuvo el valor para hacerlo, lo único que hizo fue seguirlo con la mirada hasta perderlo de vista. Andrew pasó todo ese día tranquilizándose, aún podía sentir ese hermoso cuerpo atrapado entre sus brazos, aquellos labios tan sensuales sobre los suyos, sonreía cada vez que recordaba que ella le había correspondido el beso que tan impulsivamente decidió robarle, pero no quería acercarse a ella, no fuera que Cathlen quisiera repetirlo frente a todos y allí su reputación se vería gravemente dañada, así que hizo exactamente lo que ella, la miraba y seguía con sus ojos hasta que se perdiera entre todos los alumnos.
La siguiente noche de castigo fue un poco más cercana, Andrew la esperó al final de las escaleras para que fueran juntos al despacho del profesor, los estudiantes ya debían estar en sus dormitorios, por lo que nadie los vería. Andrew tomó la mano de Cathlen, mientras caminaban el murmuraba unas cuantas frases hechas sobre el amor y el romanticismo. Llegando al lugar de detención él la soltó y volvió a ser indiferente con ella para guardar su ego, mientras que Cathlen se sentía utilizada, que tonta era si pensaba que él iba a cambiar ¿En qué momento creyó que de verdad estaba enamorado de ella? Si estaba acostumbrada a ser el centro de las burlas y los juegos de los chicos, cómo había presumido que él era diferente a todos los demás, Andrew podía tener a la chica que quisiera, era bastante guapo y que respaldara esa afirmación el solo verlo, cabello negro, ojos grises, alto y musculoso, sin llegar a serlo demasiado. Nuevamente pensó en esos brazos en su espalda cuando la acercaron a él, los sintió mantenerla fuertemente en pie mientras sus propias piernas flanquearon. Durante esa noche cuando estaban solos Andrew se mostraba más amoroso, le besaba, abrazaba y acariciaba, pero no era lo que ella esperaba.
En esa situación pasaron todo el resto del castigo común, Cathlen prefería que Andrew se dignara y dijera lo que debía, ya quería acabar con esa frialdad entre ellos cuando estaban entre todos los demás chicos. El último día de castigo, en la mañana, llegó una nota pequeña para Cathlen, esta vez Andrew le pedía que se viesen cerca del lago del internado, junto a unos árboles que crecían allí. Cathlen envió su respuesta preguntado además la razón de su indiferencia, si ella le había hecho o dicho algo que le lastimara, no obstante no tuvo respuesta. Esa tarde ella le esperaba, ansiosa por dentro pero sin demostrarlo, cuando llegó Andrew ella se hizo la indiferente con él, él la besó, le preguntó cómo le había ido durante el día, pero ella no respondió más que con un tono frío en su voz ―Bien. Andrew se empezó a sentir preocupado pues ella no era la misma desde la segunda noche que compartieron castigo.
―¿Qué te sucede? ―preguntó sentándose a su lado.
Cathlen respiró hondo y simplemente lo miró a los ojos, después de un segundo preguntó ―¿Por qué eres indiferente conmigo cuando hay alguien cerca?
Impulsivamente, sin pensar en su respuesta, Andrew la hirió cuando le dijo ―Simplemente no quiero que los demás me crean débil y no se burlen de mí porque ando con la persona a quien detesté por tanto tiempo y por la que ahora me siento más loco por ella que por cualquier otra.
Cathlen no dijo nada, solamente se levantó y salió corriendo de allí. Steven la vio llorar, así que fue a enfrentar a Andrew para que dejara de molestar y burlarse de Cathlen.
Ella entró en su habitación, pero por más que lloró no podía dejar de pensar en Andrew y con cada pensamiento de él la opresión volvía con un poco de felicidad, prefirió no torturarse más con eso, tomó su navaja y se cortó el cabello, en cada mechón caído se sentía más tranquila. Salió de su habitación para ir al área de castigo, puesto que ya era de noche. En el despacho del profesor se respiraba un aire de desconfianza e indiferencia; enojo entre dos personas que se quieren y no desean demostrarlo, así que era mejor si despreciaban al otro.
Andrew había pasado un tiempo pensando en lo que le había dicho la última vez, fue estúpido el que externara su preocupación egoísta con ella, así que después de unas semanas de intensas discusiones personales en contra de su orgullo y su ego se acercó a ella una mañana en el pasillo, la besó, saludó a Steven y Stephan, a quienes nunca les dirigía la palabra, y la llevó lejos de sus amigos. Cathlen se sintió extraña, pues no creía posible que él hubiera cambiado de opinión tan rápidamente. No le dio tanta importancia, algo quería él y esa era la forma de ganarse su confianza. Andrew le entregó un papel con una dirección y dijo que la esperaría allí esa noche, ya que quería cambiar la mala impresión que tenía ella sobre él.
Cathlen dudaba las razones que versaban el que Andrew le pidiera eso, pasó el resto del día preguntándose si debía o no hacerlo, no le ayudaba mucho el que los gemelos hubiesen dejado más trabajos pendientes, que los que en realidad tenían pues no pudo hablar con ellos en todo el día. De manera rápida cayó la noche y aun ella no se había decidido acerca de ir o no, pero lo que realmente la convenció de no ir fue la montaña de deberes que tenía pendientes por culpa del castigo y que había dejado para hacer el fin de semana, pero que de igual manera no iba a poder acabarla en dos días.
Andrew estaba esperándola como había prometido, pensó que tal vez una cena le ayudaría a hacerla entender lo que tan dolorosamente le había dicho, sin embargo después de esperarla alrededor de media hora comprendió que ella no llegaría.
A la mañana siguiente Cathlen intentó no cruzarse con Andrew, lo cual se tornó difícil pues compartían la clase de Gramática a primera hora. Ella no asistió, lo que llamó la atención de Steven, Stephan y Andrew, pues ella nunca faltaba a las clases así estuviera enferma, era aplicada y de asistencia perfecta. Después de está clase los gemelos fueron a Historia, Cathlen ya estaba sentada al frente de la clase, como de costumbre, pero había algo en ella que la hacía verse muy diferente a como era antes. Steven se sentó a su lado derecho y Stephan al izquierdo, ambos la miraron como preguntando por qué había faltado a la clase anterior.
Cathlen sabía que había actuado de manera inmadura con sus amigos, ellos simplemente se preocupaban por ella y les debía una explicación acerca de lo que ocurría con Andrew, ya ambos le habían estado cuestionando lo ocurrido en el corredor el día anterior, pero no sabía como responderles, de cualquier forma Andrew estaba mostrando los signos que de verdad se había fijado en ella. Cathlen decidió darles una disculpa a Steven y Stephan, ellos siempre habían estado apoyándole y era muy desconsiderado de su parte dejarlos solos.
Empezó a volver hasta su clase de Historia, justo cuando giró en la esquina se encontró con el chico que había puesto su cabeza a girar. Ella se volteó y su cabello pasó junto al rostro de Andrew, a quien el olor de su shampoo le atrajo aún más, la tomó del brazo antes de que ella se fuera, sabía que era su última oportunidad para hacerla ver que no le importaba tanto su rechazo y que él era capaz de tragarse su orgullo y que le vieran con él.
La llevó a una banca en uno de los pasillos y la sentó con un ágil movimiento, luego él se inclinó, su rostro a la altura del de ella y con una dulce voz, tan distinta a su normal tono frío y arrastrado le preguntó
―Cathlen, ¿Qué te sucede? Ésta no eres tú ―terminó señalando su cabello esta vez corto hasta sus hombros. ―Igual nunca faltarías a clases solo porque sí…
Ella respiró hondo, un nudo en la garganta le hizo consciente de las lágrimas amontonadas en sus ojos y que no dejaba salir, así que desvió su mirada y las dejó correr. Andrew sintió un gran estremecimiento, mientras esperaba la respuesta que nunca llegó, así que prefirió terminar ese momento concluyendo con: ―Cathlen discúlpame, no quise decir lo que dije la vez anterior, mírame, estoy aquí frente a muchos alumnos hablando contigo, ya no me importa lo que digan de mí, me di cuenta ahora que te quiero, no te voy a dañar nunca más, creo que lo mejor será pensar que nada de esto ocurrió, estarás tranquila y sola, volverás a la vida que conoces, olvídame, simplemente cometí un error sucumbiendo a mis impulsos.
En ese momento Cathlen notó en el tono de voz de Andrew un efecto de tristeza que él había intentado ocultar insatisfactoriamente, asimismo esa disculpa tenía un cierto apego de verdad en el arrepentimiento de lo que había ocurrido. Dicho todo por parte de él, Andrew se levantó y la dejó allí, no sin antes volver a besarla, sabía que ya la había perdido, de manera que era hora de volver a ser el chico malicioso, que se reía de ella, aunque esas burlas irían sofocadas por el cariño que ahora le tenía. Andrew no pudo sentirse de peor manera al dejarla allí, pero la opresión en su pecho le hacía darse cuenta que por primera vez había sido rechazado por una chica, cuando en el internado había muchas que lo tenían como el chico ideal, era hora de volver a ganarse el respeto que había perdido por ese momento de debilidad de dos días.
Cathlen se quedó un momento en el pasillo, olvidada ya la razón que la había llevado a volver a su clase, por primera vez desde hacía unos meses se permitió pensar en Damian, su hermano, pues era la única familia que le quedaba después de que sus padres murieran en un accidente automovilístico, cuando ella tenía ocho años, justo el día que ellos la llevaban al internado, ella en un principio debía esperar solo cinco años para que Damian entrara a primaria, no obstante después del accidente su hermano fue llevado al Orfanato Saint-Blezcher. Él era su mejor amigo, siempre le aconsejaba sobre todo lo que ella le contaba las veces que podía visitarlo. Ahora que no lo tenía era más difícil, aunque sabía que debía esperar poco tiempo para verlo nuevamente, pues los chicos de primer año de secundaria ingresaban a mitad de año.
Cathlen pensaba en su familia, cómo hubiera deseado que aun estuvieran con ella, así podría hablar con ellos y no se sentiría tan sola. Ella subió a su dormitorio y pasó el resto del día allí, no quería bajar a los pasillos y volver a ver a Andrew, ya mucho había pasado con él y no sentía ánimos de enfrentarle.


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Mensaje por rose_vampire Lun Mayo 14, 2012 12:44 pm

Capítulo 2

El día antes del fin de semana, después de algunos días, sola, en su habitación, Cathlen decidió bajar a sus clases regulares, había faltado a sus clases diciendo que se encontraba con gripe, pero ahora era mejor estar donde tenía que estar, era la escuela y la secundaria que había elegido desde niña, no había razón para desaprovechar el esfuerzo de sus padres para que le aceptasen junto a Damian, así que llegó a su primera clase, Química.
Derek estaba fuera de su lugar cuando entró en el edificio, extrañaría a sus padres y a su hermana, Casie, aunque a ella la vería pronto, cuando entrara a primer curso de secundaria. Él era bien parecido, alto, cabello claro y ojos oscuros, sabía ya por experiencia lo que era entrar a un nuevo colegio, ya había estado en tres diferentes escuelas secundarias en sus seis años de estudio. Se registró rápidamente en la dirección y tomó su horario; primera clase Química.
Cathlen llegó a su clase y se sentó en un escritorio del medio de la clase, no tenía compañero de laboratorio por lo que siempre trabajaba sola, era mejor para ella que buscar alguien con quien trabajar, sin embargo a la lección llegó un nuevo alumno, a partir de ahora tendría un compañero de trabajo.
Derek entró al salón que la asistente le había indicado, las sillas estaban casi todas ocupadas, la que estaba vacía se encontraba al lado de una chica de cabello castaño y bastante guapa. Respiró hondo, no le gustaba cambiar de colegio, empezar a hacer nuevos amigos no era su fuerte. Se sentó en el espacio libre y sacó un cuadernillo, desde que había empezado a cambiar de colegio tan seguido se dedicó a llenar su tiempo libre escribiendo historias, aunque a veces se aburría, además no era su idea publicarlas, prefería utilizarlas como escape a la realidad que le era difícil entender, el trabajo de su padre los hacía viajar mucho, siempre había asistido a colegios regulares, pero ahora decidió que quería permanecer bastante tiempo en una misma secundaria, de manera que convenció a sus padres que le dejaran asistir a un internado, Casie tomó su parte en ello, por eso la esperaba en los siguientes meses.
El profesor llegó a la clase y sin dar mucha importancia apenas si mencionó al nuevo estudiante. Cuando empezaron a trabajar en un pequeño experimento Derek decidió que era hora de presentarse, además necesitaba quien le enseñara las instalaciones del internado, como la persona que tenía más cerca era Cathlen empezó por presentarse.
―Hola… ¿Cómo estás?
―Bien, gracias ―respondió ella elevando una ceja de manera interrogativa. Estaba acostumbrada a que nadie le tomara en cuenta, por lo que le extrañó que un chico nuevo le hablara, indudablemente acababa de llegar.
―Muy bien… Soy Derek ―le dijo él mientras mostraba su mano para que la estrechara.
―Cathlen… ―finalmente dijo estrechándole la mano. Sintió que alguien la miraba, así que se volteó para ver quien era y el corazón le dio un vuelco, Andrew estaba en la misma clase y no quitaba la mirada de ella, en ocasiones miraba a Derek con ojos que demostraban celos, pero Cathlen no le dio importancia alguna, ya le había dejado muy en claro que nada ocurriría de nuevo entre ellos.
Mientras trabajaban en clase Derek aprovechó para hablar más con ella, Cathlen sabía que debían llevarlo a conocer el internado, pues se notaba a kilómetros que no conocía nada del edificio.
―¿Cuál es tu próxima clase? ―preguntó ella después de una breve conversación.
―En principio Literatura, aunque no sé si lograré encontrar el aula…
―¿Me dejas ver tu horario? Solo para ayudarte por ahora…
―Claro… Toma ―le entregó el papel con las lecciones que tendría.
―Todas las clases las tienes conmigo… ―dijo ella después de mirar el horario―. Por hoy puedes quedarte conmigo para ir a clases y mañana si quieres puedo llevarte para que conozcas el colegio…
―Perfecto… ―respondió él con una sonrisa―. Siempre y cuando tu novio no se oponga.
―No tengo novio ―dijo ella mirándole alarmada. “De dónde sacará esa idea”
―Disculpa… pero es que ese chico de allí ―señaló a Andrew sobre su hombro para que él no le viera―, no te quita la mirada de encima y cuando me observa tiene una mirada asesina… ―sonrió―. Pensé que solo tenían una pequeña pelea y por eso no estaban juntos hoy…
―No, él no es mi novio, no lo fue y no creo que lo será… Ha preferido pasar, desde que entró a primer año, molestándome y burlándose de mí y mis amigos.
Continuaron la clase sin ninguna conversación que no fuera acerca de la materia que estaban experimentando. Cuando salieron Cathlen y Derek se quedaron esperando a que salieran los gemelos, quien salió antes de que se fueran fue Andrew y pasó por el medio de ambos para separarlos, empujando a Derek en el camino.
Andrew no entendía lo que pasaba, cómo era posible que sintiera celos del chico nuevo, solo se sentó con Cathlen y hablaron, bueno… él empezó a hablarle, se notaba que tenía interés en ella, lo vio desde que hablaban en clase, él no perdía ni un movimiento de ella, ¿Pero cómo sé yo eso? Pensó. Se prometió que no volvería a verla, no quería seguir sufriendo por un sentimiento que no era correspondido, además ella lo había dejado muy claro, no le importaba lo que hiciera él para demostrarle que podía cambiar por ella, no era suficiente para convencerla. Andrew sintió un vacío cuando se dio cuenta que esta vez, si quería recuperarla para tener algo con ella, debía actuar rápido, pues si Derek se le adelantaba la perdería para siempre. Pero también pensaba si era capaz de manejar el orgullo y demostrarle nuevamente, y por más tiempo, a Cathlen que ahora era indiferente a lo que otros piensen; su ego se lo prohibía, era capaz de hacerlo a un lado y continuar en la conquista de la chica que ahora robaba su sueño…
Unas pocas horas viendo a Cathlen con Derek le hicieron decidir que sí, prefería ser la burla de los demás por su creciente “debilidad” que permitir a alguien tener la oportunidad de quitarle a esa chica.
Durante los primeros días Cathlen se dedicó a mostrarle el edificio a Derek, ser un estudiante nuevo tenía ese inconveniente. Sin embargo ella no dejaba de observar que Andrew no quitaba la mirada de ella y su acompañante, llegaba a sentirse incómoda, bien claro había dejado Andrew que ya ella no le importaba para nada, no había vuelto a dirigirle la palabra desde aquella vez en el pasillo, donde Cathlen comprendió, muy tarde, que en realidad él había hecho un cambio, si de verdad le gustaba él… “¿Me gusta?” pensó “Ese es el problema, me gusta y no puedo aceptarlo porque simplemente no lo creo” De pronto comprendió que para que funcionara algo entre ellos el cambio debía ser mutuo, ¿Sería capaz de perdonar las burlas de Andrew en los seis años que tenía de conocerlo? En un momento recordó aquel suave primer beso entre ambos, había sido dulce, tierno y cálido. Aún podía sentir su brazo en la espalda, su aliento en su oído justo antes de que la besara. “Soy una tonta, para que voy a seguir pensando en eso… Tengo que saber si todavía es posible que él sienta algo por mí” concluyó “¿Qué pregunta es esa? Se nota a leguas que está celoso de que esté con Derek, no le hago ningún daño acercándome para preguntarle.”
Andrew en el momento en que Cathlen se acercaba estaba con sus amigos, así que se separó de ellos y la esperó a mitad del camino. Algo diferente en ella le llamó la atención. Determinación. ¿Qué quería justo ahora? Seguro dañarle más. Aguardó hasta que Cathlen estuvo frente a él para preguntar.
―Ahora ¿Qué quieres? Me habías dejado claro que no soy lo suficientemente bueno para que me hables.
―Lo siento… ―respondió ella con rapidez―. Solo quería saber si querías y me permitías hablar contigo a solas.
―¿Para qué? ¿Para hacerme sentir aún más idiota de lo que ya fui?
―¡No! Solo quiero poner en claro algunas cosas contigo, pero no quiero hablar en público, no quiero empeorar tu reputación ―dijo esto último con una nota irónica en su voz.
―Bien… Te daré una oportunidad ―se acercó y le susurró―. Si quieres, para este fin de semana tengo listo el lugar donde te cité la otra vez. ―cuando se alejó no contuvo las ganas de depositarle un beso en la mejilla― Por favor no vuelvas a faltar, es la última vez que te doy la oportunidad de hablar conmigo.
Cathlen asintió, era algo lógico, mejor ahora que nunca, aunque no sabía siquiera que iba a decirle cuando tuviera toda su atención centrada en ella.


Última edición por rose_vampire el Jue Jul 19, 2012 10:58 am, editado 1 vez
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Mensaje por rose_vampire Lun Mayo 14, 2012 12:48 pm

Capítulo 3


Pronto llegó el fin de semana y Cathlen se encontraba nerviosa. Todos sus trabajos estaban terminados por lo que para distraerse decidió leer uno de los tantos libros que tenía. Conforme pasaban las horas el nerviosismo aumentaba, ¿Cómo actuaría?, ¿Qué le diría?, no sabía siquiera que tendría Andrew en ese lugar, pero de lo que sí estaba segura era de que necesitaba hablar con él, desde una semana para acá se dio cuenta que él ya no era solo un estudiante más, ahora había acaparado la gran mayoría de sus pensamientos, no podía dejar de soñar con él, sus labios sobre los suyos, esa voz fría y arrastrada que se convertía en algo dulce cuando le hablaba, empezaba a desearlo de nuevo, iba a recuperarlo aunque antes no lo había tenido, pero Andrew era para ella.
El reloj marcó las seis de la tarde y ella salió del internado, era bueno el hecho de estar en cuarto año de secundaria, te permitían salir sin ningún problema, siempre y cuando cumplieras con el toque de queda aunque a veces ni lo aplicaban a algunos alumnos, generalmente los más aplicados. Empezó a caminar por las calles buscando la dirección que Andrew le había dado hacía ya casi un mes, no sabía la razón que la había llevado a guardarlo, pero ahora se sentía feliz de haberlo hecho.
Andrew estuvo inquieto durante el día, esta vez se preguntaba si Cathlen llegaría, no quería volver a sentirse tonto por albergar esperanzas vacías. Llegada la tarde se preparó y salió del colegio, quería preparar todo para que fuera lo más perfecto posible, él era un chico romántico aunque no lo demostrara a diestra y siniestra en el colegio.
Al principio pensó que era mala idea haber alquilado aquella habitación en el hotel, pero la verdad no quería ser visto en algún restaurante de la ciudad, en especial si se quedaba solo. A las seis ya tenía arreglado todo, la cena en bandejas sobre la mesita, unas velas en medio. Daba gracias de que ya tenía dieciocho para haber comprado una botella de vino, tan difícil se hacía intentar comprarlo siendo menor. En aproximadamente una hora llegaría Cathlen, solo le faltaba arreglarse él, tomaría una ducha y la esperaría.
Cathlen llegó a la dirección y quedó impresionada de saber que era un hotel, el número de habitación estaba escrito, aunque había pensado que era un número escrito al azar. Subió a la habitación que estaba indicada y se sorprendió al ver que la puerta estaba entreabierta, entró y quedó paralizada al ver ésta, estaba llena de decoraciones rojas y doradas, un suave olor a almizcle llenaba el aire. Sobre la mesa una botella de vino, dos velas encendidas en medio y dos platillos que se podía decir olían delicioso. Recorrió con la mirada toda la habitación, pero no había señal de Andrew, para esperarlo decidió tomar asiento. Justo cuando había terminado de sentarse entró Andrew, su cabello húmedo por el baño.
―Hola… ―dijo él observándola fijamente, llevaba un vestido que le resaltaba la figura, lo opuesto a lo que hacía el uniforme del colegio―. Llegaste…
―Sí, te dije que quería hablar contigo ―respondió ella de igual forma, estaba embobada mirándole, era tan guapo y con esa ropa que llevaba se veía aun mayor al niño tonto que siempre era. Empezó a sonrojarse, acababa de darse cuenta de que él no podía moverse y tampoco quitarle la mirada de encima. Sonrío―. Siéntate.
―Claro… ―“Esa sonrisa suya me atrae. Concéntrate. Ella solo quería venir a hablar” ahí estaba la clave, para dar fluidez decidió ir directo al punto―. ¿Qué querías hablar?
―Pues la verdad… ―respondió ella un poco embobada―. Solo quería decirte que lamento todo lo que te hice pasar.
―De eso puedes estar tranquila… ―le dijo mientras se sentaba―. Yo también tuve la culpa en ello. Nunca debí haber dejado que mis impulsos me llevasen a lo que hice.
―Eso no importa… ―“¿Cómo puedo decirle que aun quiero algo con él?” ―Estuve equivocada… Jamás debí tratarte como lo hice.
―Tranquila, cariño… ―dijo él, ella se estremeció ante esa palabra que encerraba tanto de lo que sentía ahora por él―. Me enseñaste muchas cosas con eso.
―Pero jamás pensé que dolería tanto haber hecho algo así.
―Así ¿Cómo? ―preguntó mientras abría las bandejas―. Hice la cena, espero no te moleste.
Cathlen suspiró, no se merecía que le tratara así, aunque si lo veía de otra manera Andrew estaba intentando mostrarse un poco más humano y menos frío de lo habitual… y eso le gustaba. ―Solamente creo que nunca debí… rechazarte… ―respondió finalmente―. Me es tan difícil tenerte cerca de mí y no poder decir ni una palabra, sé que a ti te pasa lo mismo…
―Yo nunca he dejado de amarte, Cathlen ―dijo él interrumpiéndola―. Y no creo que lo haga después… Te quedaste dentro y sin pedir permiso para volver mi mundo de cabeza.
―No sabes como se ha vuelto el mío ―respondió ella bajando la mirada y empezando a cenar―. No dejo de pensar en ti ―inmediatamente se tapó la boca. “Mucha información, ¿Cómo puedes sacar eso así sin más?” Miró a Andrew que permanecía en silencio observándola.
―Así que eso es todo… Solo querías hablar porque ahora después de lo que me hiciste pasar, no dejas de pensar en mí y crees que hablando yo simplemente iba a olvidar todo ―se levantó de la mesa y empezó a caminar por la habitación ―Cathlen no puedo entender cuánto de esto es verdad…
―Lo siento… ―interumpió ella, levantándose―. Sé que nunca debí decirte nada… soy una tonta si creo que alguna vez llegarás a perdonarme… Comprendo todo lo que significa para ti tu reputación, no sé porque pensé que podrías hacer a un lado tu ego y volver por mí…
Cathlen llegaba en ese momento a la puerta de la habitación, Andrew se había acercado a ella mientras hablaba, cuando ella giró el pomo él le tomó la mano y cerró nuevamente la puerta, la volteó y en ese momento se dejó llevar, la tenía allí, ella había decidido estar con él, sería un tonto en perder esa oportunidad.
Andrew puso a Cathlen frente a sí y la besó, pero esta vez no fue un beso suave, ahora era apasionado, como si no existiera un mañana, ella se entregó a él, su mente no podía razonar solo sentía a Andrew, sus brazos en su cintura, su cuerpo pegado al de ella. Cathlen profundizó su beso, lo quería; bueno no, lo… amaba. Andrew la llevó despacio hacia la cama, su mente estaba pensando en tantas cosas para hacer con ella que fue casi un milagro que lograra llevarla hasta allí, lentamente empezó a besarle la oreja e iba bajando hasta su cuello, Cathlen posaba sus manos sobre aquel tonificado torso, pero la tela le incomodaba, quería verlo sin la camisa, mientras él la besaba y se colocaba encima suyo ella le sacó la camisa de sus pantalones y se la pasó por la cabeza.
―Hermoso… ―murmuró mientras Andrew empezaba a trabajar en el cierre de su vestido.
―No tanto como tú… ―respondió él cuando ya le había sacado el vestido. Empezó a besar cada centímetro de piel que quedaba expuesto―. Espero que esto no sea un sueño.
―No lo es… ―dijo ella mientras le buscaba en sus pantalones, esos besos ya le habían hecho efecto, lo pudo sentir a través de la tela de los vaqueros que llevaba puestos, el bulto que se había formado era lo suficientemente grande como para incomodarlo, por lo que empezó a trabajar en el cierre del pantalón, con ayuda de él logró quitarlos.
―Ya me tienes así, ahora es mi turno ―dijo él y empezó a moverle la ropa interior―. Te dije que me traes como loco.
Cathlen sonrió, se sentía tan bien estar con él, tenerlo allí encima. “Por favor que no sea un sueño” ―Aún no lo creo po… ―se interrumpió cuando el tomó un pecho en su boca. Una oleada de placer le recorrió por la espalda, nunca antes había hecho esto, pero era capaz de hacerlo con él. Poco a poco ella bajaba sus manos y sus dedos se enredaron en el sedoso cabello negro de él, no quería soltarlo. Andrew se separó un poco de ella y la miró, sus ojos grises irradiaban lujuria, le sonrió traviesamente y bajo su mano hasta su parte más sensible.
Cathlen retuvo el aire al sentir su toque, tan suave pero a la vez enviaba miles de olas de placer que hasta dolía, él sabía exactamente lo que tenía que hacer, eso la llevó a pensar en su inexperiencia en estas situaciones, ¿Cómo reaccionaría Andrew al enterarse de que ella aún era virgen? Lo olvidó en el instante siguiente, ella ya había bajado su mano hasta su longitud y había deslizado sus dedos a lo largo de ésta, Andrew cerró sus ojos bajo el placer que sentía, también era su primera vez, algo que cualquiera podía poner en tela de duda debido a su reputación, pero estaba encantado de que aquella chica de la cual se había enamorado perdidamente y sin apenas creerlo, fuera la primera con la que compartiera una cama.
Ambos estaban tan extasiados en el otro que el momento de la culminación no sabían exactamente que hacer, el placer era tanto que Cathlen no podía esperar más para tenerlo dentro de ella, de manera que lo condujo hasta que la llenara y se sentía tan bien que deseo poder permanecer en esa posición todo el tiempo que le fuera posible. El clímax llegó a tiempo, exhaustos cayeron en la cama uno al lado del otro, Andrew la rodeó con sus brazos, ahora si que no la iba a dejar ir.
―Te amo… ―le susurró él mientras la estrechaba más cerca.
Cathlen no respondió, ahora fuera del calor del momento se preguntaba ¿Qué había hecho?, sabía que eso no era racional, nunca debió dejar que sucediera. Se durmió rápidamente en los brazos de él.


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Sin titulo (Una Historia Romántica) Empty Re: Sin titulo (Una Historia Romántica)

Mensaje por rose_vampire Lun Mayo 14, 2012 12:49 pm

Capítulo 4

A la mañana siguiente Cathlen se despertó y salió de la cama sin despertar a Andrew, había fallado al toque de queda, ahora tendría más problemas. Cathlen se estaba duchando cuando sintió unos brazos fuertes que la abrazaban desde atrás y unos labios húmedos que le acariciaban la piel, pero ella se hizo la indiferente ante aquel toque, sabía que era Andrew y las escenas de la noche anterior se agolpaban en su mente, aún más el placer que había experimentado se hacía eco en ella. No obstante prefirió no hacer caso a Andrew, quien al ver su distanciamiento se enojó
―¿Por qué no me quieres ahora? ―gritó―, te he servido todo en bandeja de plata, mírame me tienes aquí como un loco rendido a tus pies y tú no haces otra cosa que despreciarme y oponerte a tus sentimientos cuando sabes que me amas y no puedes mantenerme alejado de tus pensamientos… ―Salió de la ducha, se vistió y se fue de la habitación.
Cathlen se sintió aún peor de como se sentía anteriormente. Se duchó y salió del baño, se acostó en aquella cama y se echó a llorar, decidió que no volvería ese día al internado, no quería que nadie la viera.
El lunes ella ya había llegado al colegio y su primera clase era Literatura, como Derek estaba en todas sus clases ella se sentó con él. Ya no era capaz de mirar a Andrew otra vez.
Andrew se sentó cerca de ella, no le importaba tanto lo que había pasado, estaba furioso y dolido, pero no iba a desquitarse con ella, fue una estupidez de su parte haber propiciado aquel arrebato de pasión por su parte, debió dejarla marchar cuando lo hizo, pero su atracción hacia ella le había hecho darse cuenta que sin Cathlen no podía estar tranquilo, la quería solo para él. Derek se acercaba cada vez más a Cathlen y ella no se inmutaba, Andrew sentía un sentimiento que crecía en su interior. Celos. “¿Por qué simplemente no dejo que ella sea feliz?” Se preguntó “Porque ella te pertenece, es para ti, no la dejes marchar sin luchar por ella” respondió una voz en su cabeza.
Cathlen quería hablarle a Andrew, él debía conocer lo que la llevó a actuar como lo hizo, pero la impresión que había quedado de la pelea del día anterior no le permitía acercarse a él, ella se sentía triste, podía haber sido posible que se hubiera convertido en una persona frívola mientras que Andrew había cambiado tanto de parecer.
Poco a poco los días pasaban y ella no estaba segura sobre lo que estaba pasando entre Andrew y ella. Un día decidió que no valía la pena seguir pensando en las cosas, debía dar un paso al frente, dejar un poco su culpa de lado y preguntarle que era lo que tenían ellos ahora. Se propuso hacerlo a primera hora, antes de que los estudiantes llegaran a clases, sabía que si era rechazada no sería el hazmerreír de la clase completa, especialmente ya que todos conocían que ella era el centro mismo de las burlas de Andrew.
Lo encontró antes de su clase de Historia, se sentó a su lado. Andrew se tensó ante este gesto, aun podía recordar lo ocurrido en la habitación del hotel, haber tenido ese cuerpo tan perfecto para él entre sus brazos y haberlo sentido con todo su ser. Cathlen lo miró detenidamente a los ojos cuando volvió a mirarla.
―Hola… ―dijo ella tímidamente.
―Hola, cariño ―respondió él y no pudo reprimir el impulso de besarla―. Pensé que nunca volverías a dirigirme la palabra, lo…
―Creo que creí lo mismo ―dijo ella callándolo, poniendo un dedo sobre sus labios―. No puedo creer que actuara como lo hice… Me porté como un monstruo, como lo que más aborrezco en la vida.
―Tú solo te comportas como eres… ―la besó nuevamente― eres espectacular… Aunque siempre te cuidas de los demás y por eso los alejas… Pero yo quiero que eso cambie. Te amo, Cathlen y no quiero que te alejes de mí nunca ―terminó de decir, la besó apasionadamente, ella era suya, no la iba a perder, no iba a dejar que nadie se la arrebatara.
―Te amo, Andrew… No puedo creer que sea real… ―respondió ella después de corresponder ese beso―. Nunca pensé que llegaría a sentir algo así.
Los alumnos fueron llegando a la clase, aun faltaban unos minutos para la entrada. Andrew tomó la mano de Cathlen y entrelazó los dedos con los de ella. Ahora que importaba lo que pensaran, él era feliz, Cathlen lo amaba y no iba a soportar una burla hacia ella. A última hora del día la noticia de la relación entre Cathlen y Andrew se conocía en todo el colegio, a él no le molestaba, al contrario era mejor así, nunca debió colocar primero su ego y reputación ante los sentimientos de quien amaba.
Un día esperando a entrar a clase, Cathlen estaba con Andrew compartiendo un rato solos, los gemelos se habían alejado de ella desde que estaba con Andrew, él seguía sin tomarlos en cuenta, además ellos estaban resentidos con Cathlen pues nunca les había hablado de lo que ocurría con ella y su peor enemigo.
Derek se acercó a saludarla, como siempre lo hacía, besando su mejilla, pero esta vez la besó en la boca; en ese momento Cathlen sintió una paz interna, como si algo que le faltara se hubiera encontrado y hubiera llenado un espacio vacío en ella. Andrew sintió la rabia aumentar en su interior, ¿Cómo era posible que Derek la besara estando él presente? Se levantó inmediatamente y los separó, luego se volteó hacia Derek y le propinó un buen golpe en su nariz, éste se devolvió a pegarle, no podía permitir que lo tratara así antes de recibir el primer puñetazo de Derek, Andrew ya le había golpeado nuevamente en la cara.
―¡Alto! ―gritó Cathlen, colocándose en medio de los dos―. ¡Andrew! ¡Derek! Por favor ya dejen de golpearse. ―Los miró ―Andrew, amor cálmate… Derek ¿Cómo pudiste hacerlo?, sabes que no debías hacerlo.
Cathlen tomó del brazo a Derek, quien era el que estaba más herido, sangrando por su nariz y lo llevó a la enfermería “¿Qué pensaba? Estoy segura que solo por darle celos, pero ¿Por qué hacerlo?”
Cathlen no podía sacar de su mente aquel beso de Derek y todos los sentimientos que en ella habían despertado.
Andrew quería dejar de sentir celos por ella, pero ¿Cómo iba a hacerlo si la amaba y no podía soportar verla con otro chico? Aunque después de ese día en el que había golpeado a Derek, Cathlen estaba más lejana a él, no quería perderla, pero poco a poco ese distanciamiento estaba pasando una cuenta a su relación, ya no era la misma.
Al cabo de unos pocos días ella decidió que lo mejor que podía hacer era terminar con Andrew, no podía seguir con él cuando ahora empezaba a sentir algo por Derek.
Andrew sintió nuevamente que ahora que Cathlen le había vuelto a dejar ya la había perdido para siempre, pero por qué dolía tanto ahora, cuando ya había pasado una vez antes.
Derek aprovechó el que Andrew y Cathlen hubiesen terminado para empezar a salir con ella, sirviéndose también de su confusión a la semana siguiente ya eran novios. Aunque no resultó muy duradera esta relación.
Andrew simplemente no podía dejarla ir, a pesar de que ella había terminado con él, sabía que ella lo amaba, de lo contrario hubiera dejado de observarlo en clases o cuando pasaba cerca de ella. Prefirió apostar a ello y se quedaba la mayor parte del tiempo rodeando a Derek y Cathlen. “¿Por qué no puedo superar esto? Hay muchas chicas más en el colegio que quieren que les haga caso.” Se decía, pero la respuesta era muy sencilla, Cathlen le había rechazado, era la primera chica que no reaccionaba a hacer todo cuanto él decía. “Debo recuperarla, él no la merece. Cathlen es mía, he pasado por mucho solo por tenerla conmigo y él no se va a interponer”
Steven y Stephan ya habían empezado a hablar más con Cathlen, no parecía posible que aquella chica que había sido su amiga, la que era la mejor estudiante en el colegio disminuyera su promedio de 10 a un 6, con lo que casi se estaba quedando en el cuarto año de secundaria. Un día por casualidad estaban solos en el comedor almorzando.
―Cathlen por casualidad ¿Tienes la respuesta del último ejercicio de la tarea de Álgebra? ―preguntó Stephan.
―¿Cuál tarea? ―inquirió ella desubicada―. ¿Había tarea de Álgebra?
―Cath era tu primera clase de la mañana… ―respondió Steven, esta vez preocupado, miró a su hermano antes de continuar―. ¿No hiciste la tarea?
―Es lógico que no, no crees…
―Cathlen… ―dijo Stephan un poco dudoso―. ¿Te encuentras bien? Creemos que tienes algún problema…
―No eres tú desde que saliste con Andrew y ahora con Derek…
―Has descuidado tus clases…
―Vas a tener que repetir el año si no te pones al día.
―No me importa lo que digan ―respondió ella elevando la voz, un poco enojada con el juego de gemelos de terminar la frase del otro―. Déjenme en paz, a ustedes no les incumbe mi vida. No les importa lo que haga de ahora en adelante con ella. ―Se levantó, dio media vuelta y salió del Comedor en cuestión de segundos. Los gemelos quedaron perplejos, ella nunca había sido así, siempre se preocupaba y aceptaba los consejos de los demás, se preguntaban qué le ocurría ya empezaban a pensar que Cathlen no se interesaba en nada.


Última edición por rose_vampire el Jue Jul 19, 2012 10:59 am, editado 1 vez
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Mensaje por Troya Lun Mayo 14, 2012 12:51 pm

no se si se puede comentar pero tiene muy buena pinta tu fic he leido la introducción y ya me he enganchado Very Happy
Me voy a por el primer cap Very Happy
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Mensaje por rose_vampire Mar Mayo 15, 2012 10:35 am

Gracias, ahi voy a intentar ir subiendo los capis, se pone muy interesante
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Mensaje por zune Miér Mayo 30, 2012 1:25 pm

Me ha ecantado rose...tienes talento,estoy a la espera de mas.
PD: Tal vez alguna vez te puedas conectar al chat y lo comentamos.

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Mensaje por rose_vampire Mar Jun 05, 2012 10:17 am

Claro zune...
Sorry por tenerlas abandonadas, odio la uni que ya estoy en finales y casi no me da chance de escribir, aca va el capi 5

Capítulo 5


Antes del baile de Halloween Cathlen estaba sola en su clase, Andrew la observó, se acercó y le preguntó:
―¿Qué te sucede?
―Nada ―contestó ella, volteando su mirada y dejando que unas cuantas lágrimas bajaran por sus mejillas―. Sólo… ―suspiró― déjame… tran… tranquila ―terminó entre sollozos.
Andrew se levantó, no podía soportar mirarla estar tan triste, supuso que la razón de esa tristeza era Derek, así que se dedicó a buscarle, cuando lo encontró le hizo frente.
―¿Qué le has hecho a Cathlen?
―Nada ―respondió Derek y empezó a levantar la voz―. Ella fue la que me hizo algo a mí.
―Y ¿Qué te hizo ella? Entonces.
―Pues terminó conmigo ayer ―dijo Derek mirándolo profundamente―. Dijo que ella está confundida, pero no me dijo nada más…
―Bueno… ―Andrew no le creería por las buenas, así que lo dejó muy en claro, ―si me mientes te las… ―cerró sus manos en puños ―te las verás conmigo.
―¡¿Qué?! ―dijo Derek gritando ahora―. Piensas que te tengo miedo porque eres el más conocido de aquí, porque soy el nuevo que debe tener cuidado contigo… ―Bajó la voz y se acercó a Andrew para intimidarlo ―Pues la verdad no tengo miedo de ti, ni de nadie más…
Cathlen caminaba por ese pasillo en aquel momento, cuando miró a ambos discutiendo cerró sus ojos intentando, fallidamente, pensar en otro lugar que pudiera estar, prefirió voltearse y tomar otro pasillo para no toparse de frente con ellos.
Andrew miraba silenciosamente a la chica, no podía creer las vueltas que daba el mundo, hace apenas unos meses hubiera estado feliz viéndola así como estaba, no obstante ahora sentía un nudo en su estómago cada vez que la veía. Sabía que la confusión de la que le había dicho a Andrew era por sus sentimientos, había una manera de solucionarlo, no sufrir más él con falsas esperanzas, ya estaba completamente aceptado el hecho de que la amaba y que no dejaría que ella fuese infeliz nunca más, ella debía elegir entre ellos, de una u otra manera tenía que hacerlo, en el momento que Cathlen lo hiciera, él sabría lo que debía hacer, aceptarla con todo el amor que ya le había profesado o dejarla ir y ser feliz con su felicidad.
Una idea, la cual le pareció la más correcta era enviar una nota tanto a Derek como a Cathlen para que se encontraran.
Derek estaba tan cansado del juego de Cathlen, esa relación que había tenido con ella fue como cuando era niño, tan sólo unos cuantos días. No sabía en que momento había llegado a sentir algo por ella, la quería, pero se dio cuenta que ella no podía dejar a Andrew fuera de su vida, ¿Cómo podía estar con alguien que solo se preocupaba por otro? No obstante tampoco quería terminar con ella, él había sido el responsable de que Cathlen acabara con Andrew, por lo que en realidad fue un alivio cuando ella había decidido que no continuaría con él hasta conocer exactamente los sentimientos que tenía ante cada uno.
Cuando ya estaba resignado a esperar llegó una nota para él, proveniente de Cathlen, en ésta se leía:
Derek he decidido que para poder terminar nuestra relación en buenos términos, pues no quiero dañarte más de lo que pude haber hecho, deberíamos tener una última charla, el día de la fiesta de Halloween en el ático del internado a las ocho de la noche… Llega solo…
CATHLEN

Cathlen se sentía sola, el cambio en su forma de ser trajo abajo la amistad que había mantenido con los gemelos desde que éstos llegaron a la secundaria. Ahora no tenía nada, Derek no era el chico que ella esperaba, él siempre quiso complacerla con todo lo que deseaba, pero lo que Cathlen realmente necesitaba era ese chico frío que tanto la amaba, sin embargo ya ella sabía que lo había perdido, cómo podría mirarlo a los ojos cuando ya le dejaba tan claro a él que no lo quería como merecía. Por otro lado también llegaba a pensar en Derek, él se acercó desde el primer día, nunca se había burlado de ella, era un chico caballeroso y educado… Pensaba todo esto cuando justo encontró una carta en su mesilla de noche, al lado de su cama, se sentó y la tomó, miró quién la enviaba y su corazón dio un vuelco, podía pensar en él y obtener respuesta rápidamente.
Cathlen he decidido que para poder terminar nuestra relación en buenos términos, pues no quiero dañarte más de lo que pude haber hecho, deberíamos tener una última charla, el día de la fiesta de Halloween en el ático del internado a las ocho de la noche… Llega sola…
DEREK

Andrew se sentó en su dormitorio, frente al escritorio quería hacerlo, se lo debía a sí mismo, ya mucho seguía sufriendo, nuevamente se recordó que ella era otra chica del montón, pero no se lo creía ni él mismo, la amaba como nunca había amado a nadie, bueno tal vez se comparaba con el amor a su hermano, aunque no lo había visto desde que sus padres lo pusieron en adopción porque no podían mantener a ambos, la situación en esa época era mala y sus padres prefirieron llevar al niño más pequeño al orfanato, donde cuidarían mejor de él, Andrew ya estaba a punto de ingresar a primaria y viviría en casa de su Tío Edward y Tía Tasha. Ahora ese amor era solo una sombra, su hermano había muerto en un accidente cinco años antes.
Tomó un bloque para notas y empezó a escribir, necesitaba una nota corta y que explicara la situación, algo que hiciera que ambos, Cathlen y Derek, llegaran a la reunión, escribió rápido y se dedicó a buscar quienes podían entregarlas.
El día del baile de Halloween, Andrew estaba esperando en el ático a Derek y Cathlen, una tristeza se formaba en sí, este era el momento para descubrir lo que ocurriría con él de ahora en adelante, amaba a Cathlen y lo único que quería es que ella fuera feliz, aunque eso significara perderla. A las ocho de la noche Cathlen y Derek ya estaban en el ático, encontraron a Andrew entre la oscuridad de la noche, vestido completamente de negro.
Andrew sabía que lo mejor era ir al punto inmediato, abajo esperaba una fiesta, así que apenas si encendió la luz del ático y se acercó a la pareja, Derek y Cathlen estaban confundidos, jamás se habían imaginado que esto podría haber pasado.
Andrew se acercó a Derek y lo tomó del brazo, quería terminar con su sufrimiento y sabía muy bien que la mejor manera era esta, haciendo que Cathlen eligiera entre ellos y así dejaría de sufrir por ella, pondría fin a la soledad que lo embargaba ahora.
Derek estaba al lado de Andrew, éste se había colocado frente a Cathlen.
―Bien… Aquí nos tienes a ambos ―dijo Andrew, respiró hondo―. Ahora… Debes elegir entre él ―señaló a Derek ―o yo.
Ambos la miraron expecativamente, ya Derek conocía la respuesta de antemano, ella se lo había dicho muy claramente cuando había terminado con él, ella amaba a Andrew tanto, pero esperaba a que él le demostrara que de verdad sentía todo lo que profesaba, ésta era la manera en que lo hacía, colocándose frente a ellos y haciendo que ella eligiera.
Cathlen no podía concentrarse, había estado pensando en eso mismo hacía solo unos días, ahora teniéndolos de frente podía estudiarlos mejor. Sus pensamientos eran un revoltijo, no podía permanecer clara, cada una de las razones para uno y otro se agolpaban en su cabeza, respiró hondo para separar cada pensamiento a fin de encontrar sus verdaderos sentimientos.
Primero estaba Andrew, aquel chico que desde que se conocieron pasó molestándola, ahora sabía la razón oculta bajo aquello y de esa manera él había cambiado tanto, se había convertido en un chico dulce y tierno, pero, según su perspectiva, eso podría cambiar en cualquier momento. Por el contrario, Derek siempre había sido bueno con ella, cuando había terminado con Andrew la había defendido de las burlas que le hacían en el colegio, no obstante él había sido la razón para terminar la relación que tenía con Andrew, cuando hizo que se enfadara con aquel beso.
Al final, después de un buen tiempo pensando no había podido elegir, era una decisión que se le hacia difícil, así que prefirió una respuesta neutra.
―No sé a quien elegir ―miró a ambos nuevamente.
―Cathlen debes tomar una decision… ―interrumpió Andrew―. De esa manera sabré que es lo que debo hacer…
Cathlen repiró hondo y se tomó otro momento más para pensar, era una elección muy grande, no podía simplemente dejarse llevar, amaba a Andrew y quería a Derek, finalmente dijo: ―Bueno… si debo hacerlo… elegiré ahora… ―respiró hondo ―Es una decisión muy difícil, pero creo que a quien elijo es a… ―se pausó un momento, tomando valor para lo que iba a decir ―Derek… Lo siento Andrew, pero… ―se interrumpió y miró hacia Derek―. Puedes esperar abajo, Derek. Bajaré pronto… ―Esperó a que Derek desapareciera por las escaleras y se volvió hacia Andrew ―Pero tú me hiciste mucho daño… y aunque cambiaste, no puedo estar con un chico que de un momento a otro puede que se vuelva indiferente conmigo.
Andrew simplemente la miraba, su mundo interior se había derrumbado encima de él, escuchó atentamente a Cathlen mientras ella seguía.
―Yo te amé, te amo y te amaré siempre… ―Era duro para ella aceptar esta última parte ―pero necesito ser correspondida con el amor que entrego.
“¿Cuál es ese amor?” Se preguntaba él.
Cathlen lo dejó allí sumido en sus pensamientos, Andrew aún no creía lo que había pasado, jamás se imaginó que eso dolería tanto, inconscientemente se había acercado a la ventana para sentarse en el alfeizar de ésta.
Ella se había volteado para bajar por las escaleras cuando recordó su bolso, lo había dejado en una esquina, así que se devolvió para tomarlo, cuando vio a Andrew en la ventana, pero no estaba sentándose en el alfeizar, estaba a punto de saltar por ella. Cathlen se acercó rápidamente a él y lo tiró hacia atrás.
―¿Qué intentabas hacer? ―preguntó preocupada―. ¿Por qué intentabas tirarte?
―Porque… ―empezó a responder, respiró hondo―. Porque si no te tengo ―suspiró, ―no tengo ningún motivo por el cual vivir y… ―“Es la verdad pura, tan complicado era aceptarlo frente a ella” ―y mi corazón se destruye poco a poco… ―unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos ―si no te tengo a mi lado ―limpió sus ojos y miró a Cathlen.
Ella estaba aún abrazándolo, lo besó. ―¿Por qué nunca antes me dijiste eso?
―Porque pensé que era una tontería decírtelo…
―Pero nunca pensaste que eso es una prueba de que estoy equivocada con lo que dije anteriormente.
―Bueno… no… no lo pensé, sólo quería hacerte feliz ―“Aunque eso signifique haberla perdido”
―Imagina… si lo hubieras dicho antes, no hubiera dudado en elegirte desde el principio, Andrew ―“Así ya hubiera sabido que eras a quien realmente amaba y una prueba de que era correspondido bajo la misma intensidad”, miró a Andrew fijamente a sus ojos grises ―Ya no necesito a Derek, me diste la prueba de que es real y un verdadero amor lo que sientes por mí…
Andrew sintió ese calor del cuerpo de Cathlen que tanto había extrañado, sentía tanta naturalidad el estar a su lado que se sentía perdido sin ella. Ambos bajaron juntos a la fiesta, ese era el lugar de cada uno, al lado del otro.
Cathlen recordó que había hecho bajar a Derek y que él la estaba esperando, sabía que debía decirle sobre su cambio de opinión, algo que iba a ser un poco dificultoso, pues Derek siempre le había hecho ver que estaba ilusionado por estar con ella como pareja, aunque también se veía como la competencia de Andrew y, para ella, él debía estar feliz por haber ganado su elección.
Derek estaba en una esquina, ella soltó a Andrew, debía hacer esto sola, y se acercó a Derek.
―Erm… Derek… tengo algo que decirte ―dijo entrecortadamente, tomando una pequeña pausa―. Bueno… pues creo… ―respiró hondo tomando el valor ―creo que me equivoqué… Con t… todo lo que pasó arriba… erm… lo siento, pero debí haber elegido desde el principio a Andrew. ―“Él debe entenderlo, sabía que lo único que me separaba de Andrew era una muestra de que me amaba”
Miró a Derek y observó en su semblante que estaba perplejo, no lo entendía, olvidó la razón de que ellos terminaran. ―De verdad lo lamento ―dijo a fin de disminuir su enojo.
Derek sintió que su estómago daba un vuelco, la había tenido, tan solo unos minutos antes le pertenecía, lo había elegido sobre Andrew y ahora lo dejaba por estar con aquel al que había rechazado, así que lo mejor que pudo hacer fue voltearse e irse, la furia crecía en su interior y si se quedaba explotaría y no quería dejar que un problema tan tonto como una chica lo hiciera perder sus modales y educación.


Última edición por rose_vampire el Jue Jul 19, 2012 11:00 am, editado 1 vez
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Mensaje por rose_vampire Mar Jun 19, 2012 12:21 pm

Capítulo 6


Al día siguiente Derek se despertó más temprano que de costumbre. Para no despertar a Charles, su compañero de cuarto, se levantó silenciosamente y fue a ducharse y vestirse. En esos momentos tenía un presentimiento de que algo iba a salir mal.
Entró nuevamente a la habitación y saludó a Charles, quien acababa de despertarse. Derek se sentó en su escritorio, aun era muy temprano para entrar a clases.
Mientras esperaba a que iniciaran las clases empezó a hacer algunos trabajos que tenía pendientes. De pronto tocaron la puerta incesantemente, Derek se levantó de la silla y fue hacia la puerta y la abrió, quien estaba del otro lado era uno de los guardas del internado.
―¿Derek Tasgrow? ―inquirió el guarda al ver al muchacho.
―Sí… ―respondió Derek dubitativo―. Soy yo…―Se sentía asustado ahora, el presentimiento de la mañana se hacía aun más fuerte.
―Debe venir conmigo Sr. Tasgrow, el Director Broukehoots necesita verle.
Derek asintió y salió del dormitorio. “Ahora ¿qué sucede?” pensaba mientras cruzaba el internado “¿Hice algo mal?” pero el temor le dio la respuesta correcta “Algo pasa en casa”. Era una afirmación, no una pregunta como sus pensamientos anteriores.
Rápidamente llegó a la oficina de Broukehoots, tocó la puerta, esperó el tan normal “Adelante” y entró.
La oficina del Director Broukehoots era una habitación enorme llena de estantes en los que se encontraban los premios recibidos por los alumnos, generalmente en competencias académicas en las que participaba el internado. Una gran mesa se hallaba en el centro y dos sillas negras cómodas al frente de ésta, la silla de Broukehoots era marrón, de cuero y se encontraba a un lado de la mesa en ese momento. Broukehoots estaba sentado en ella. El director era un hombre bastante mayor, sus cabellos plateados eran largos y su barba aun conservaba algunos toques de castaño, lo cual indicaba el color de su cabello durante la juventud, Broukehoots era siempre tranquilo y buscaba llevarse bien con sus estudiante, no que sus relaciones siempre fueran alumno-profesor.
―Sr. Tasgrow… Buenos días… ―Saludó con jovialidad.
―Buenos días, profesor ―respondió Derek un poco nervioso―. ¿Me había mandado a llamar?
―Erm… Sí, siéntate. ―mostró una de las sillas negras al frente de su escritorio. ―Temo que tengo noticias que darte. ―En su rostro se reflejó la preocupación.
―¿Sucede algo malo? ―El temor de Derek aumentaba poco a poco.
―Me temo que sí… Hay un problema con Casie.
―¿Qué le pasa a mi hermana? ―“Siempre se enferma o mete en pequeños problemas, nunca algo que sea demasiado grave” ―¿Está bien?
―No lo sabemos, ha desparecido ―dijo Broukehoots, antes de que Derek lo interrumpiera añadió―. Más exactamente huyó de casa hace dos días.
―Y ¿Nadie la ha llamado? ―preguntó Derek―. ¿No han intentado ponerse en contacto con ella?
―Tus padres lo han intentado, pero no responde sus llamadas, pensaron que quizás había hablado contigo
―No he hablado con ella ―respondió rápidamente mientras se ponía de pie―. Quiero un permiso para poder salir del internado hasta que la situación mejore― “Hay muchos lugares en los que puede estar, voy a tener que viajar mucho”
―Primero llama a casa, yo estoy anuente a darte ese permiso…
―De acuerdo ―le interrumpió Derek. Tomó el teléfono de la oficina, pues el suyo lo había dejado en la mesa de noche. Marcó el número y esperó.
―¿Casie? ―respondió su padre al otro lado, su voz notablemente preocupada.
―No, papá soy yo… ―Derek esperaba una diatriba de parte de su padre, Casie siempre se metía en problemas y él escuchaba cada preocupación de su padre para con ella.
―¿No has hablado con ella?
“Bueno… dos días desaparecida Casie le ha calmado para no gritarme” pensó mientras le respondía ―No, pero creo saber los lugares en los que puede estar, quiero ir a buscarla nunca encontrarían esos lugares.
―Bien… ―suspiró su padre después de pensarlo unos minutos―. ¿Vienes en seguida? ―Derek sabía que la duda de su padre era que le importaban las clases que abandonaría si iba.
―Por supuesto papá, estamos hablando de Casie. Estaré en casa lo antes posible ―No podía creer que su hermana se escapara, sabía que los problemas con su padre eran frecuentes, pero nunca antes habían sido tan graves como para que ella huyera. Casie era la que tenía mayor paciencia, siempre había adorado a su familia y buscaba la aceptación de su padre, aunque nunca se le quedara bien a él.
Derek colgó el auricular en la base y miró a Broukehoots.
―Bien… ―dijo éste último―. Puedes irte tan pronto estés preparado, avisaré a los demás profesores para que lo tomen en cuenta por cualquier problema con trabajos que debas presentar.
―Gracias ―dijo Derek y con esto salió de la oficina.
Corrió hasta su dormitorio, tomó lo que pudo y lo metió en su maleta, salió rápidamente y tomó un taxi hasta la estación del tren; allí debió esperar hasta que saliera uno.
Por suerte el tren salió pronto y el viaje no era largo. Pasaron cuarenta y cinco minutos desde su llamada a casa, hasta que llegó a la estación del tren en el centro de la ciudad, ya sus padres estaban allí esperándolo.
―¡Derek! ―gritó su madre en cuanto lo miró―. ¿Cierto que sabes donde puede estar Casie?
La preocupación y esperanza en su voz y rostro hicieron a Derek olvidar la cortesía y saludar. ―Tengo algunas ideas ―respondió―. Pero debo ir solo, no sé qué pasó, pero para que huyera de esa manera debe estar muy enfadada. ―“Con solo trece años y escapa de casa… Tuvo que ser algo muy grave y ahora debo saberlo y convencerla de volver”
Aún faltaba camino por recorrer, tomaron otro tren, el cual los llevaría hasta la ciudad donde estaban viviendo sus padres.
Casie y él siempre habían sido los mejores amigos, algo comprensible pues no se quedaban mucho tiempo en un mismo lugar y sus amistades eran temporales. Ese tipo de amistad los había llevado a confiarse todo. Derek sabía que Casie sobreviviría con pocas cosas y los lugares donde podría estar eran aquellos que conocía muy bien y los recursos naturales con los que contara fueran suficientes.
Apenas llegaron a casa, Derek subió a su antigua habitación para dejar su maleta. Ya era momento de buscar a Casie. Empezaría en su lugar favorito, la cueva colindante con la playa.
Tomó un sándwich antes de salir, cuanto antes encontrara a Casie era mejor, debía hablar con ella, hacerla entrar en razón, sólo faltaban cuatro meses para que ella entrara al internado y se olvidaría de estarse mudando.
Derek caminó bajo el aire de invierno hasta llegar a la pequeña cueva que usaban cuando eran niños, la primera vez que estuvieron ahí, para sus pequeños juegos. Sabía que era el lugar favorito de Casie, cada vez que salía de casa iba a ese lugar a buscar conchas y dibujar sobre la arena. Cuando Derek volvía de la escuela, siempre la encontraba cubierta de arena, esperándole para jugar.
Él llegó allí rápidamente, entró con la esperanza de verla como cuando era una niña. Su corazón dio un vuelco cuando miró, en la claridad del sol, que la cueva estaba vacía. Se acercó al final de ésta y se sentó, Casie nunca se iría sin contarle nada. Mientras esperaba dejó caer las lágrimas que le atormentaban desde la mañana. A menos de una hora de haberse dejado estar débil y esperar a su hermana se levantó, sólo quedaba un lugar más, el escondite de Derek, el centro del bosque al otro lado de la ciudad.
Derek se levantó, limpió su cara y empezó a salir de la cueva, aún no podía creer que Casie saliese de su casa y no volviera. Caminó adentrándose en el bosque, los linderos eran conocidos, pero sabía que debía ir hasta el otro lado, él le había mostrado buenos caminos y escondites agradables, antes de que Derek tuviera que irse habían ido a acampar, una de las pocas actividades que querían hacer juntos y sabían no podían hacerlo después.
Derek miraba a su alrededor, el problema de ese bosque eran los animales salvajes de los cuales habían montones ahí, pasaba grandes árboles, buscando el claro donde habían hecho su tienda con hojas y troncos, era la manera en que les gustaba acampar, Derek creía que si Casie se había ido a ese lugar tomaría ese refugio. Poco a poco la noche empezó a caer y en la densidad de hojas era poco posible ver lo que se tenía al frente, apuró su paso, no quería terminar en la oscuridad del bosque solo y tener que volver sus pasos porque se hacía cada vez más difícil el avance.
Justo cuando la noche cayó Derek llegó al claro, una fogata estaba encendida, lo que le dio una esperanza; estaba cerca de Casie. Corrió hasta el refugio y allí la encontró.
Su hermana estaba tendida en el césped sus manos y pies abrazados para darse más calor, el invierno se estaba haciendo cada vez más frío y, con sólo mirarla, ella no tenía más ropa que la que llevaba puesta.
―¡Casie! ―gritó en cuanto la vio―. ¿Estás bien? ―se acercó rápidamente a ella.― ¿Por qué te fuiste?
―¿Der? ―la duda en su voz hizo que Derek se sintiera aún más preocupado, la ayudó a incorporarse y la abrazó; ella estaba completamente fría, se quitó su abrigo y lo colocó sobre sus hombros.
―Casie… ¿Qué pasó? ―le acomodó su cabello fuera de su rostro. ―¿Estás bien?
―Es una tontería ―respondió ella, sus oscuros ojos azules llenándose de lágrimas―. Odio a papá ―terminó con voz apenas audible.
Derek tomo su rostro, lo levantó y suavemente limpió las lágrimas. ―¿Por qué dices eso?
―¡Oh! Derek… ―se lanzó a sus brazos sollozando silenciosamente.
Él dejó que se desahogara mientras acariciaba su espalda. Ellos siempre eran muy unidos, a veces quienes los veían decían que eran pareja, no ayudaba en nada para desmentirlo que fueran tan diferentes físicamente, ella era rubia y sus ojos azules oscuros; él tenía el cabello castaño y ojos verde musgo.
―A ver, cariño… ―dijo él después de que se tranquilizara―. Cuéntame ¿Qué pasó?
―¿Papá te llamó?
―No, mamá… Llamaron al director… ―contestó a su evasiva, si algo conocía tan bien de su hermana era que no podía ignorar sus preguntas sino se disgustaba y no contestaría ninguna de las que le hiciera―. ¿Qué tiene eso que ver con que huyeras? Están preocupados por ti, me preocupé muchísimo por ti…
―Entonces ¿No sabes?
―Mi niña, quiero que seas tú quien me cuente ¿Por qué estás en pleno invierno, fuera en el bosque sin suficiente ropa para aguantar el frío?
Casie sonrió de lado. ―Lo sé, soy una tonta, pero ya estoy cansada de ser la hija buena, no voy a dejar que me mande donde quiere… Mucho menos ahora que quiere que asista a otra escuela…
―Espera… ¿A otra escuela? ¿Por eso te fuiste?
―Der, no podría verte, es en el extranjero… Si teniéndote cerca me haces falta, ahora que todo cambie… No lo tolero…
―Pero esta no es manera de solucionarlo ―respondió él levantándola en sus brazos y acercándola más al fuego, aún estaba muy fría, sacó de su bolsa un sándwich de los que llevaba y se lo dio―. Come… ¿Por qué no me lo dijiste? Ya sabes que papá es quisquilloso y entre los dos siempre lo hacemos entrar en razón…
―¿Qué te iba a decir? “Der, vieras que necesito que vengas porque papá cambió de opinión y ahora tengo que salir del país a otro internado” ―dijo ella sarcásticamente, tomó un mordisco―. No te lo iba a decir, decidí esperar a que sea muy tarde para enviarme allí y que tuviera que mandarme contigo…
―Creiste que una niña de doce años…
―Cumpliré trece en dos meses ―le interrumpió con orgullo.
―Bueno… de trece años podría sobrevivir en el bosque durante cuánto ¿tres meses? Contando que es invierno y que sus padres están locos buscándola; con un hermano que se preocuparía sin noticias de ella.
―Lo siento… Sólo que de verdad estoy cansada, papá siempre quiere que haga todo sin siquiera preguntarme. Soy su marioneta.
La oscuridad reinaba la noche, no podían volver a casa ahora, tendrían que esperar hasta la mañana siguiente para regresar.
―Sé que no eres una marioneta. Sabes que papá es así, siempre lo has dicho… ―Miró que Casie estaba somnolienta. ―Bueno… Duerme, en la bolsa hay más comida si quieres, voy a recoger más leña.
Con esto salió del refugio, sacó su teléfono y marcó a su casa, diciendo simplemente cuando contestaron: “La encontré, está bien, llegaremos a casa mañana” antes de colgar. Se sentía realmente tranquilo ahora que estaba con Casie, respiró aliviado y comenzó a recoger pequeñas ramas de árbol, con lo que tenían recogido Casie en el claro morirían de frío a medianoche. Regresó y encontró a Casie durmiendo al lado de la hoguera con su abrigo abrazado. Derek se acercó y la abrazó.
―¿Der? ―dijo Casie, somnolienta.
―Sí, princesa ―le colocó el cabello detrás de su oreja. ―Duerme, ha sido una semana larga para ti… ―Con esto tomó su abrigo y lo colocó sobre ellos, eso amortiguaría un poco el frío. Mañana podrían estar durmiendo tranquilos y calientes en sus propias camas.


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Mensaje por rose_vampire Jue Jun 28, 2012 11:35 am

Capítulo 7



En el internado Andrew estaba cansado con tantos trabajos que debía hacer, estar en el equipo de fútbol de la escuela le quitaba un poco de tiempo, además estaba cerca de los exámenes finales y no había estudiado nada.
Cathlen se encontraba sola, con tanto pendiente de Andrew ya no pasaba tiempo con él, además con los gemelos no estaba en buenos términos; en fin, estaba completamente sola. Pasaba sus ratos libres caminando por los pasillos del internado.
Un día, antes de salir a vacaciones de Navidad, paseaba por los pasillos de los dormitorios de los chicos, por casualidad quería pasar a saludar a Andrew, cuando se acercó a la puerta de la habitación de él escuchó una voz de mujer que salía desde allí, caminó más cerca y despacio para no interrumpir y lo vio con una chica, ella era alta con cabello rubio, estaba muy cariñosa con él y él correspondía cada abrazo que ella le daba.
Cathlen sintió como si su corazón se partiera, no podía creer que eso pasara, corriendo bajó de los dormitorios de chicos y atravesó el internado para luego subir corriendo a su habitación.
Cathlen entró en su habitación, lloró en su cama un gran rato, salió y se dispuso a entrar al baño, tomar la navaja con la que se cortaba el cabello e hizo certeros cortes en sus muñecas, mientras se desangraba pensaba en su vida, la cual pasaba frente a sus ojos por breves momentos. Antes de morir sonrió y con su último aliento murmuró:
―Descansaré en paz de todo el sufrimiento que me hiciste pasar.
Andrew sabía que el fin de año antes de las vacaciones de Navidad era muy complicado, los trabajos se acumulaban, los exámenes aumentaban para que después de las fiestas todo estuviera tranquilo y quienes pasaban en casa con sus familias estuvieran sin preocupaciones, sin pensar en más trabajos sino solo el pasar felices las fiestas. Lo único que alegraba a Andrew por estar próximo a vacaciones era que Natally, lo visitaría pronto, sus correos electrónicos la hacían parecer preocupada, pero no le comentaba nada a él, teniéndola a su lado podría averiguar que le ocurría.
A él le hacía falta el poder pasar el rato fuera de su habitación, no obstante tenía que acabar todos sus trabajos para poder respirar tranquilo sabiendo que había acabado sus clases y no tenía problema alguno para el último período de las clases, justo cuando también entraban los alumnos nuevos para su ubicación tanto en las clases como en la equiparación por los distintos niveles de educación que solían dar las escuelas.
Un día estando en su habitación, arreglando uno de sus últimos trabajos, alguien tocó la puerta, se asomó a mirar. Era una chica rubia, sus ojos castaños, alta. Al principio casi no la reconoce, habían pasado ya seis años desde que no la veía, desde que había entrado al internado no había salido a encontrarse con su familia, quienes nunca le recriminaron esa decisión aunque le era difícil a sus padres no tenerlo cerca.
―¡Natally! ―exclamó abrazándola― ¿Cómo estás? Te esperaba hasta dentro de dos semanas…
―And… Todo ha estado bien… ―respondió ella besando su mejilla―. Decidí venir antes, estoy de vacaciones desde la semana pasada y no podía esperar a ver a mi primo favorito…
―¿Tú primo favorito? Soy el único que tienes… ―“Después de lo de Darnell” ―¿Cómo puedes tener otro…?
―Está bien me tienes… no tengo otro, pero no puedes negar que nos has tenido abandonados, hasta Susie pregunta por ti…
―Por supuesto, lo sé… ―respondió él sonriendo―. Susie era una niña la última vez que la vi tenia como seis años…
―Ahora tiene doce, el próximo verano cumplirá los trece… Ya me siento vieja…
―¡Hey! Que soy mayor que tú, me estas diciendo viejo también.
―Solo por un mes eres mayor así que… Sí te estoy diciendo viejo… ―agregó ella con una sonrisa.
―Pasa, estaba terminando un trabajo, debes estar cansada…
―Sí, ha sido un largo viaje.
―Acuéstate si quieres mientras pongo el punto final a esto.
―No quiero acostarme, me hiciste mucha falta… ―dijo Natally entrando―. Además gracias a los contactos de tío Michael puedo permanecer en una habitación de aquí durante las vacaciones. Por eso dejé todo allá y vine a buscarte.
―Bien entonces déjame guardar esto y ya podemos seguir hablando. ―Tomó los papeles que tenía sobre el escritorio y los guardó―. Ahora sí, dime ¿Por qué pareces tan preocupada en tus correos? No me gusta que me guardes ningún secreto, estaré lejos de casa pero sigo siendo miembro de la familia.
―Pues nada, no ocurre nada ―respondió ella alejando la mirada―. Lo mismo de siempre, papá que nunca hace ni le salen las cosas bien.
―¿Qué hizo ahora tío Christian?
―Querrás decir ¿Qué le pasa?
―Bien, lo que sea…
―Pues que papá se puso a arreglar el techo de casa por lo del invierno, pero resultó que había colocado mal una lámina y pasó directo del techo a la sala, la buena suerte fue que cayó en el sofá, lo malo, se quebró la pierna… ―Andrew se rió ante la idea de ver a su tío en el sofá de la sala con la pierna quebrada. ―Y para colmo, mamá le había dicho que llamara al señor que siempre hace esos arreglos…
―Pero ¿Por qué pagarle a él si yo puedo hacerlo? ―dijo Andrew imitando la voz de su tío y sonriendo al final.
―¿Estabas ahí esa vez…? ―le dijo ella riendo más y abrazándolo―. Andrew de verdad haces mucha falta cuando tío Ethan y tía Natasha nos visitan.
―Lo sé, sólo que me gusta pasar aquí porque puedo seguir entrenando, en casa papá y mamá no me dejarían hacer nada más que estar con ellos todo el día. Aburrido. ―dijo la última palabra despacio―. Pero también me hace falta ir a casa de tío Christian y tía Caroline, en especial para verlas a ustedes… Son como mis hermanas… ―Había tristeza en su voz cuando dijo esto último.
―Somos tus hermanas y nos tienes olvidadas desde hace seis años…
―Disculpa, desde que entré aquí olvidé ponerme en contacto e ir a visitarlas… Ni a papá y mamá he visto desde ese entonces. ―Le acarició la mejilla, siempre tenían esos detalles entre ellos. ―De verdad planeaba visitarlos en cuanto saliese de tantos trabajos, ahora en sexto me dejan salir los fines de semana durante el día…
―And te conozco, sé que es cierto. ―Le besó en la mejilla y le hizo cosquillas.
Andrew estaba riéndose cuando la vio. Cathlen estaba acercándose a la puerta justo en ese momento ¿Cuánto había visto? En el momento en que ella salió corriendo se levantó.
―Nat, tengo que salir en este momento, tengo que arreglar algo…
―Claro, pero ¿Qué tienes que arreglar?
―Acabo de ver a mi novia viéndonos y no sabe que somos familia.
―¡Oh! Claro, ve, yo voy a ir a mi habitación y dormir un rato, nos veremos más tarde.
―Sí, te aviso.
Con esto ambos salieron de la habitación, bajaron juntos y se dirigieron a los dormitorios de las mujeres en el otro lado del internado.
―¿Estás seguro de que va a estar en su habitación? ―inquirió Natally mientras cruzaban el campus.
―Algo me dice que sí, sólo espero no estar equivocado.
Llegaron a los dormitorios y caminaron hacia el de Cathlen.
―¿La chica que duerme aquí es tu novia?
―Sí, ¿Por qué?
―Es con quien comparto habitación…
Abrió la puerta y entraron, la habitación estaba desordenada, la sobrecama estaba arrugada y húmeda. Andrew tuvo un mal presentimiento.
―Quédate aquí, descansa…
―De verdad ¿Estás bien? No te ves muy seguro.
―Estoy bien…
Con esto salió del dormitorio y empezó a caminar hacia el baño, su presentimiento se convirtió en realidad, a sus pies, sobre el piso blanco la encontró tendida, sus muñecas ensangrentadas y sin conocimiento, la levantó en sus brazos, besó su frente y corrió escaleras abajo hacia la enfermería. “No me abandones Cathlen, te amo no me dejes así”
Llegó rápidamente a la enfermería, entró y llamó a la doctora para que empezara a curarla.


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Mensaje por rose_vampire Lun Jul 02, 2012 11:16 am

Capítulo 8



Andrew se encontraba desconcertado ¿Qué había sido lo que llevo a Cathlen a hacerse tal daño? Tantas veces se lo preguntaba a sí mismo hasta que Cathlen abrió sus ojos, él le tomó la mano cuidando no lastimarla; ella lo soltó y se volteó a mirar a otro lado, unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos.
―¿Qué te sucede? ―preguntó Andrew―. ¿Por qué actúas así ahora?
―Porque… ―respondió ella, respiró hondo y cambió de tema―. Bueno… ¿Quieres decirme porqué estás aquí? ¿Por qué no estás con tu nueva novia? ―Más lágrimas bajaron por sus mejillas.
―Nueva novia… ―dijo pensativo Andrew, luego se rió y continuó: ―Nada que ver, esa chica que estaba conmigo era Natally, mi prima ―enfatizó la última palabra―. Ella vino a visitarme… ―Tomó el rostro de Cathlen, para que ella lo mirara. ―Tenía muchos años de no verla y claro está que quería contarme unas cuantas cosas de cómo está la vida allá en casa ―dijo, respiró hondo y luego frunció el ceño―. Pero no me digas que te hiciste esto ―señaló sus muñecas ―sólo por eso…
Cathlen cerró sus ojos, era posible que sus celos la hubieran cegado. Decidió que era hora de dedicarse a pensar si lo que había hecho, el elegir a Andrew, era lo correcto. Tanto había perdido por estar con él, pero era necesario saber si todo lo que sacrificó, sus amigos y estudios, valió la pena para estar con él.
Para cuando salió de la enfermería eran ya vacaciones de Navidad y como los chicos de quinto año en adelante tenían permiso de salir esas vacaciones sin necesidad de que sus padres los recogieran decidió viajar a su pueblo natal, salir un poco de la rutina que le indicaba el internado.

***


En el internado, mientras había sucedido todo esto Derek había pasado en casa con su familia, discutiendo más que estando unidos, finalmente había convencido a su padre, con ayuda de Casie, para que su hermana ingresara al internado ese año, las fiestas decidió pasarlas en el internado, además debía los deberes del tiempo que no había estado. Ingresando a su dormitorio se encontró con Charles quien estaba empacando para dejar el internado esas vacaciones.
―Hey ¿Cómo estás? Compañero no me avisaste que te ibas…―dijo Charles apenas lo vio.
―Disculpa Charles, una emergencia en casa y debí ir… ―respondió Derek estrechando la mano a su compañero―. No me perdí de nada ¿Verdad?
―Pues vieras que sí, sabes la chica que salió contigo, ¿Cómo se llamaba? La chica Kimbler…
―¿Cathlen?
―Sí, ella… vieras que se intentó suicidar… Algo respecto a Andrew, pero es que no lo han confirmado aún, él debe saber si es verdad que la llevaron a un psiquiátrico…
―Pues iré a averiguar qué ocurrió.
Derek salió del dormitorio y se encaminó hacia el de Andrew, cuando entró Natally estaba allí. Por un momento sus ojos fueron hacia esa chica y sus miradas se encontraron por breves instantes. Andrew interrumpió el silencio que le incomodaba.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó aclarándose la garganta.
―Erm… ―Derek titubeó, volvió en sí―. Sabes ¿Dónde está Cathlen?
―No lo sé exactamente…Lo único que sé es que salió del internado porque quería estar sola y tener tiempo para pensar, poner en claro y orden sus prioridades, ha estado perdida con todo lo que ocurre por aquí…
―Mmm… Andrew ―dijo una suave voz―, ¿No vas a presentarme? ―Derek observó a Natally, esa chica de cabello claro y ojos oscuros, se acercaba a él, ella extendió su mano. ―Soy Natally, la prima de And ―dijo sonriéndole.
―Um… ―respondió Derek un poco embobado―. Soy Derek… ¿Eres nueva aquí?
―No, solo estaré aquí por navidad.
―Bueno Nat, ¿No crees que ya es muy tarde como para que estés en mi habitación? ―dijo Andrew mirándola reprochante―. Deberías ir a dormir.
―Pero… Andrew… ―respondió ella como una niña.
―Nada Nat ―dijo él cortándola y con un tono severo de voz―. Soy el responsable de ti mientras estés aquí, no quiero que vayan a sacarte del internado por esto, deberías obedecerme, ve a dormir, nos veremos mañana.
―Bueno… ―suspiró Natally, con tristeza en su voz― Buenas noches And… ―Miró a Derek y le sonrió ―Mucho gusto en conocerte.
Andrew esperó a que Natally saliera para enfrentar a Derek.
―Ni la mires así ―dijo mientras cerraba la puerta de su dormitorio.
―Así ¿Cómo? ―inquirió Derek confundido.
―Como lo estas haciendo ahora, se irá después de navidad y no quiero que cada vez que vaya a hablar con ella me pregunte por ti. ―Andrew había notado que Derek se sonrojó cuando Natally había salido de la habitación.
―De acuerdo… ―respondió Derek condescendientemente―. Bueno, yo tengo que irme a descansar, acabo de volver. Gracias Andrew.
Derek salió, dejando a Andrew solo en su dormitorio, quien se acostó en su cama, pensando en Cathlen, ¿Dónde estaría ahora? Solo quería que ella estuviera bien, recordando los últimos momentos con ella antes de que se fuera
―Pero tengo que irme ―le había dicho ella―. No quiero seguir pasando por esto.
―Amor, no tienes que irte, solo tienes que estar consciente de que no eres la única chica que estará conmigo, estás conmigo ahora, te amo, no te dañaré, pero tengo familia y amigas… Aunque nunca las veas.
―Andrew, no quiero ser sobreprotectora contigo, no quiero que pienses que estoy agobiándote, es lo mejor para los dos, un tiempo solos es lo único en lo que puedo pensar para no seguir con estos malditos celos que nos van a matar a ambos, mira que tú lo habías intentado antes…―Con sus maletas fuera Cathlen lo besó apasionadamente, no lo vería en unas semanas y quería llevarse el recuerdo de él. ―Volveré y sabré todo lo que tengo que hacer, si ese tiempo que nos daremos será poco o tendremos que esperar aun más…―Salió del internado a tomar el tren.
Andrew se preocupaba, no sabía nada de ella desde ese día, no había vuelto a llamar ni respondía sus mensajes. Estaba tan cansado que al poco tiempo de estar meditando; él conocía a Cathlen bien y debería saber donde estaba, se quedó dormido.


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Mensaje por rose_vampire Jue Jul 12, 2012 2:41 pm

Va capi 9, vamos un rato con Cathlen

Capítulo 9

Cathlen llegó cansada a las ruinas de lo que una vez había sido su casa, abrió la empolvada puerta, subió a lo que anteriormente había sido su habitación, después de aquel accidente la casa había quedado abandonada, todo estaba como ella recordaba lo había dejado, la cama con el colchón ahora lleno de moho, la mesita con un empolvado y quebrado espejo y la pequeña alfombrilla que tapaba el agujero donde guardaba su diario. Luego de un pequeño descanso, mirando las cosas que en su niñez tenían tanto color y ahora eran grises, bajó al salón y pensó en visitar a Nick.
Nick era su amigo de la infancia, el único además de Damian que la conocía lo bastante bien como para ayudarla a escapar de lo que la atormentaba en su vida; ella había estado comunicándose con él mediante cartas y poco tiempo atrás habían conseguido poder hablarse mediante celular. Ella salió de su casa destruida, cruzó el jardín delantero y tomó hacia la derecha, allí era donde suponía aun vivía Nick, tocó el timbre y esperó.
Al momento salió un chico alto, con el cabello rubio platino y ojos verdes, era atlético, después de todo Nick practicaba la natación y hacía mucho ejercicio para mantenerse. Él la observó durante unos segundos, evaluándola en el instante que el reconocimiento pasó por su mirada, se acercó a ella, la abrazó y besó su mejilla.
―Hola Cath… ¿Cómo has estado? Pasa, ha pasado tanto tiempo…
Cathlen pasó, miró a su alrededor y decidió pasar a la salita. Nick cerró la puerta y entró detrás de ella, se adelantó al centro y le mostró un sofá.
―Pasa, siéntate aquí…―dijo él, se sentó frente a ella y esperó a que empezara, pero al no ver respuesta por parte de ella comenzó―. ¿Cómo has estado? ¿Qué me cuentas nuevo?
―Bueno… Nick ―respondió ella―. No tengo mucho que contarte después de la última vez. Solo he querido venir hasta acá para pasar Navidad y despejarme un poco, pues… ―suspiró―, he estado muy confundida.
―Entonces dime ―continuó él con cierto tono de preocupación en su voz― ¿Qué es lo que te tiene confundida? ―Nick se acercó un poco para mirarla.
―Bueno… Mira Nick ―respiró profundo―, he tenido algunos problemas. ― “Más que todo por mi culpa”
―¿Cómo cuáles, Cath? ―Al ver que ella se notaba renuente a contestar, presionó―. Cuéntame, soy tu mejor amigo.
Ella soltó el aire que sin saber había retenido. ―Necesito un consejo, pero debe quedar entre nosotros todo lo que te diga, nadie más debe saberlo…
―Claro ―sonrió Nick―. ¿Qué sucede?
―Pues que hace unos meses empecé a salir con Andrew… ―Ella esperó que él comprendiera quién era, todo el tiempo hablaba de él con Nick, especialmente cuando se sentía tan mal por sus burlas.
―El chico que no para de molestarte…
―Paraba. Sí, él… bueno entonces estuve con él un tiempo, primero no resultó ―Cathlen le contó todo lo que había pasado, desde como habían iniciado, la ruptura, Derek, los celos de él, la decisión de ella; lo único que se guardó para sí fue aquella noche en la habitación del hotel.
―Pero eso no es lo malo… ―dijo ella después de darse un respiro―. Lo que no tiene sentido en este momento es que aun no siento que me demuestre que me ama… ―Continuó contando lo que había sentido cuando había visto a Natally con él y la reacción de ella, la felicidad que la invadió cuando lo vio a su lado en la enfermería al despertar de su inconsciencia. ―Sé que él estaba intentando arreglar algo, que en realidad era mi culpa. Por eso no me podía quedar allí, no quiero interferir con su familia, lo mejor era que Andrew disfrute la Navidad con Natally, debido a que creo que no volverá a verla hasta el siguiente año.
Nick escuchó toda la historia pacientemente y en silencio, luego de que Cathlen terminase se quedó pensativo un momento. ―Cath debes hacer lo que tu corazón te dicté… Sé ―agregó antes de que ella lo interrumpiera― que esto no sirve de mucho, pero es el único consejo que te puedo dar, no entiendes en el lugar tan crítico en el que estoy si te digo que hacer.
La noche estaba cayendo y los tonos naranja entraban por las ventanas cubiertas con cortinas beige, le daban a la sala un color extraño. Cathlen se levantó, con un gesto de tristeza en su rostro, esa no era la respuesta que ella esperaba, se dirigió a la puerta. ―Bueno Nick, ya se está haciendo tarde, creo que debo irme. Gracias por todo.
―Cath, espera… Te acompaño ―él se levantó y fue tras ella, abrió la puerta y esperó que ella saliera, estaba frente a él. ―Lo siento Cath, no poder ayudarte más, pero… ―se detuvo un breve momento, sopesando lo que estaba a punto de hacer ―es por esto que estoy en un lugar crítico si te digo que hacer… ―distraídamente se acercó y la besó. ―Solo espero que ahora me entiendas y me perdones mis impulsos.
Cathlen lo miró desconcertada, ¿Qué le pasaba? “Vengo a pedirle consejo y salgo con esto, ¿Qué significa? Se supone que es mi mejor amigo, debería ayudarme, no tratarme así.” Se volteó aun desubicada y se fue.
Nick esperó a que ella se fuera y cerró la puerta.

***

Cathlen sintió un espacio vacío en sí misma, aun no entendía que había pasado. Nick era como su hermano mayor, jamás lo había imaginado como algo más. Ella caminó hasta el hotel. No podía quedarse en su antigua casa y había pensado pedirle hospedaje a Nick, pero después de lo que había pasado no se sentía bien para hacerlo. Empezó a desempacar sus maletas, este era el momento para pensar todo lo que estaba pasando, no obstante cada vez que intentaba pensar el beso de Nick se clavaba en su mente y la hacía sentirse peor. No había terminado con Andrew, lo que la hacía sentir que le había sido infiel, por otra parte fue Nick quien había empezado.
Estaba empezando a preguntarse si había sido una buena idea el haber llegado ahí, pero por más que lo pensaba la respuesta era la misma. Era mejor alejarse de Andrew y Derek, tenía la pequeña esperanza de que si ella, la razón de su enemistad, no estaba en el internado ellos podrían llegar a ser buenos amigos.
Se sentía ahora más confundida aún, Nick nunca le había dicho nada de sus sentimientos y esperaba hasta ahora, cuando ella necesitaba apoyo para decírselo. Por un momento pensó en su mamá, ella era ese soporte incondicional, aquella persona que podía darle el mejor consejo, ayudarla a salir de ese dilema, pero desafortunadamente no la tenía a su lado desde hacía ya doce años.
Alistándose para dormir y a punto de acostarse alguien tocó la puerta de su habitación. Ella se levantó ¿Quién puede ser? Nadie sabía que ella estaría ahí, o por lo menos eso creía. Abrió la puerta y se asombró al ver tres ramos de rosas junto a ésta, los tomó y volvió a cerrarla tras ella, cada uno tenía una tarjeta, agarró la primera y leyó:
Cathlen, te extraño, vuelve al internado de nuevo. Siento no haber estado, pero hubiera dado cualquier cosa por haber estado contigo y alejar todo lo que Andrew te haya hecho.
Te Quiero.
Derek
Cathlen guardó la tarjeta en su sobre, sonaba tonto lo que Derek decía en ella, él había dejado de hablarle después de Halloween, no estuvo en el internado para cuando ella necesitaba amigos y no sentirse sola, sonaba desesperado por su parte hablarle de esa manera. Tomó el segundo sobre y lo abrió, al principio no reconoció la letra, pero este venía de parte de Nick.
Cath, sé que hice mal al responder a mis impulsos, espero que de verdad me perdones, no quiero perder tu amistad por algo que en realidad ni siquiera pensé en hacer. Fui un tonto al actuar así, se que necesitabas apoyo y te fallé, no serví de nada… Solo perdóname.
Nick
Nuevamente guardó la nota en el sobre, lo colocó dentro del ramo y se giró para quitar la última tarjeta, no necesitó ver quien la enviaba, su corazón dio un vuelco apenas miró la letra estilizada que se encontraba en la nota, ésta era más grande que las demás, leyó en voz alta para sí misma.
Todo comenzó aquel día, en el cual me di cuenta que todo el odio que alguna vez sentí por ti se convirtió, poco a poco, en amor. Una pasión que me está volviendo loco; no puedo creer que, a la persona que pensé nunca me haría caso, la estoy amando más que nada en el mundo y que por mi ilusión puedo mantener vivo este gran cariño y amor que siento por ti.
Dio vuelta a la tarjeta y detrás se leían unos versos.
En toda mi vida,
no esperé
encontrarte algún día,
tal como aquel.
Me siento muy feliz
y yo sé,
que eres de mi vida
el gran amor que esperé.
Te amaré siempre…
Andrew.
Estas últimas palabras hicieron que nuevamente el corazón de Cathlen diera un vuelco y sintiera un vacío en su estómago, unas lágrimas salieron de sus ojos, era de verdad Andrew el chico de sus sueños.
Pero también tenía una sensación extraña, ¿Cómo era posible que ellos supieran dónde estaba? Además de que los ramos llegaran todos juntos.
Simplemente quería pasar página, regresar al internado con su decisión tomada, continuaría con Andrew, le dejaría para concentrarse en volver con sus amigos o podría obtener ambas cosas simultáneamente.
Pasó Navidad sola en su habitación en el hotel, deseaba volver a ver a Nick, pero también temía que él hiciera algo más para contrariarla y allí su control y su esparcimiento acabarían.
Una tarde mientras estaba en el hotel decidió que no tenía por qué encerrarse allí, la ciudad aunque fuese pequeña tenía muchos lugares y el que pudiera encontrar en uno de ellos a Nick tenía probabilidades muy bajas, así que se cambió la ropa que llevaba por un pantalón vaquero y una chaqueta de cuero, bajó al vestíbulo del hotel para mirar si aun nevaba, la nieve había dejado de caer desde el día anterior. Salió por las puertas de vidrio y se encaminó hacia el parque en el centro del pueblo, ese lugar era mágico para ella, cada vez que se sentía triste de niña salía de su casa y caminaba hasta ahí, donde una tarde de distracción le ayudaba a estar feliz.
Se sentó en una banca del parque a mirar a los niños jugar con la nieve y a pensar un poco más, su decisión la tenía casi tomada, solo quería sopesar muy bien lo que iba a hacer, no quería volver a arrepentirse ni dañar a nadie con ésta. De pronto escuchó unos pasos detrás de ella, no quería voltearse, además podría ser cualquiera buscando a otra persona. Cuando oyó que se acercaban a ella, decidió girarse. Ahí estaba él, lo había temido, pero jamás lo habría pensado que lo vería tan pronto. Su corazón dio un vuelco, ¿Cómo sería su reacción?.


Última edición por rose_vampire el Jue Jul 19, 2012 11:03 am, editado 1 vez
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Mensaje por zune Jue Jul 19, 2012 10:45 am

Me encanta Rose!!! Ranguitos Razz

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Mensaje por rose_vampire Jue Jul 19, 2012 10:53 am

Gracias Zune... ya voy a subir el capi 10
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Mensaje por zune Jue Jul 19, 2012 10:54 am

rose_vampire escribió:Gracias Zune... ya voy a subir el capi 10
BIEN!!!!

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Mensaje por rose_vampire Jue Jul 19, 2012 10:55 am

Capitulo 10

Natally se encontraba en su habitación, leyendo un poco, las vacaciones no eran simplemente para estar guindando de su primo todo el día. Además había algo que la tenía fuera de su mundo. Ese chico que estuvo en el dormitorio de Andrew se le hacía conocido, sabía que lo había visto antes, pero no podía ubicarlo.
¿Cómo era posible que no le recordara? Ella era la que siempre reconocía los rostros y nombres de las personas, de ahí que su padre siempre la llevaba a las reuniones para que ella le ayudara a recordar a sus clientes.
Ya había empezado a leer el final del libro cuando la puerta de su dormitorio sonó. Natally se levantó de la cama y fue a abrir, no podía dejar a su compañera, si es que ésta había vuelto, quitó la tranca de la puerta y se asomó fuera.
Dio un salto, la razón de estar tan perdida estaba frente a ella. Derek era quien estaba del otro lado, el sol del atardecer daba justo detrás de él, enmarcando su cabello castaño y haciéndolo más claro aún. Natally estaba perpleja, no sabía lo que tenía él que sentía como si un imán la acercara cada vez más.
Derek deseaba ver a Cathlen, la última vez que había hablado con ella fue justo después del Baile de Halloween, pero ahora quería saber qué era lo que había ocurrido, Cathlen estaba muy sola durante esos días y él no podía entender la razón que la llevara a intentar matarse. Además quería también sacar de su mente a Natally, cuando había entrado al dormitorio de Andrew la noche anterior algo muy superior lo había hecho volverse hacia ella, mirarla, algo que no podía controlar lo hacía sentir una atracción por ella que nunca había imaginado posible.
Caminó hasta la habitación de Cathlen, quería poder pasar todo lo que pudiese alejado de Natally, no quería cometer ningún error. La atracción que sentía por ella lo hacía sentir que la conocía de toda la vida. Tocó la puerta y esperó a que abrieran.
Quedó atónito cuando miró a la chica rubia que había estado intentando evitar. ¿Ahora compartía habitación con Cathlen? No era posible que su suerte jugara de esa manera con él.
―Hola ¿Cómo estás? ―le saludó con una sonrisa. “Deberías tranquilizarte” se decía a sí mismo cuando sintió que su corazón empezaba a palpitar aun más rápido.
Natally no sabía qué hacer para que su voz saliera, tenía un nudo en la garganta, esa voz le encantaba y podría pasar todo el tiempo del mundo escuchándola. Finalmente apenas con un hilo de voz logró decir: ―Todo bien y ¿tú?
―Pues bien… ―respondió, golpeándose mentalmente, no podía parecer más estúpido―. Por casualidad ¿Cathlen ya llegó? ―“Genial pregunta por otra, ¿No quieres que ella sea quien te bese?”
El imán que sentían ambos fue uniéndolos, hasta que solo quedaba un pequeño espacio entre ellos.
―Sabes, olvídalo… ―dijo finalmente Derek―. Ya no importa… ―La miró a los ojos y le sonrió―. ¿Puedo preguntarte algo? ―su voz, sin quererlo, bajó un tono.
Ella no podía dejar de mirar sus labios mientras se movían, qué tenían para no poder quitar sus ojos de ahí. ―¿Qué quieres preguntar? ―preguntó mientras se apartaba un poco de la puerta “Déjalo entrar, podrás besarlo y nadie te verá”―. Pasa, podemos hablar dentro.
―De casualidad nos conocemos de antes… Quiero decir antes de ayer.
―Que sepa no, aunque la verdad me pasa que es como si te conociera desde hace mucho.
―Es exactamente lo que siento. No sé que pasa, nunca me había pasado algo así, solo que no puedo soportarlo ―poco a poco se fue acercando a ella. ―Como si lleváramos toda la vida de conocernos.
Natally sonrió y lo miró a los ojos, eran de un negro que hacía perderse en ellos, deseó tanto poder tocar su rostro, pero no podía, debía resistirse a cualquier impulso que la hiciera arrepentirse después de cualquier acción que hiciese. Se alejó un poco de él, su atención estaba sobre sus labios. ―Pero no es posible que sea así, simplemente hasta ayer nos presentamos.
―Lo sé ―dijo él en voz baja―, sé que esto no esta bien. ―Se alejó de ella dándole la espalda. ―En especial sabiendo lo que me espera si sigo con esto.
―¿Qué quieres decir? ―preguntó ella acercándose a él, su impulso la llevó a abrazarlo.
―Ya viste como me trata tu primo… ―respondió con voz entrecortada, esa cercanía de ella le hacía hervir la sangre, quería abrazarla, besarla, acariciar cada parte de su cuerpo―. Simplemente no puedo seguir así. ―Se volteó y la miró a los ojos. ―Solo ha sido una noche, pero esa noche fue un tormento para mí.
―Pues entonces no fui la única que sufrió… ―Natally ya no podía aguantar más deseaba probarlo, quería besarlo. ―No has salido de mi mente desde anoche ―dijo con voz sensual―. Y ahora solo quiero hacer una cosa…
―¿Qué quieres hacer? ―preguntó Derek tragando el nudo en su garganta.
―Esto…
Natally lo besó, esperando que él le correspondiera. Nunca antes había sido tan directa con un chico, pero éste era diferente, no sabía cómo ni por qué, sin embargo su mundo se había dado vuelta cuando lo había visto.
Derek supo muy bien cual era su lugar en ese momento, subió sus brazos hasta su cintura y la atrajo más hasta que sus caderas estuvieran unidas, profundizó el beso. No comprendía qué le estaba pasando esta chica era completamente distinta a todas las que había conocido.
Cuando terminaron su beso, se quedaron allí abrazados, sentían una comodidad estando en los brazos del otro, Derek deseaba poder estar así por toda su vida.
De golpe la verdad le llegó, no podía seguir esperando a que Cathlen dejara su relación con Andrew, esa era una falsa esperanza y si solo la quisiera una cuarta parte de lo que estaba queriendo en ese momento a Natally sí estaría dispuesto a hacerlo, pero ahora quien no le dejaba dormir tranquilamente estaba entre sus brazos, mirándolo a los ojos.
Él se separó renuentemente de ella. Era hora de que mejor se fuera, no quería tener más problemas con Andrew, ya era mucho a causa de una chica, ahora por causa de la prima de él, sería capaz de hasta matarlo, además Natally solo estaría por las vacaciones de Navidad.
―Debo irme ―dijo con voz ronca―. Es tarde ya… ―Caminó hasta la puerta y antes de salir sintió como ella se acercaba.
―Solo eso… ―dijo ella mirándolo con sus ojos avellana―. Te digo lo que siento y solo me dices que debes irte…
―Lo siento ―dijo él tomándole las manos―. No quiero hacerte daño… y tampoco quiero hacerme daño, te irás pronto y no quiero tener algo pasajero.
―¿Cómo sabes que me iré pronto? ―quitó sus manos furiosa. ―¿Y si decido quedarme? Echas todo a la basura por algo que puede o no pasar.
―No estoy echando nada a la basura ―dijo acercándose peligrosamente a ella―. Solo que no quiero seguir sintiendo esto ―la besó ardientemente―, cuando muy posiblemente después no pueda volver a hacerlo.
Natally tardó en recobrar el aliento, ¿Cómo podía un chico que apenas conocía despertar tanto interés en ella?
―Pues puedes acostumbrarte a esto… ―lo besó nuevamente, esta vez tiernamente―. No pienso irme de aquí, cuando vine no fue solo a pasar estas vacaciones, había hablado en casa que quería quedarme aquí.
―Pero si me dijiste que solo pasarías Navidad.
―Eso se llama mentir, cariño. Andrew no puede saber que me voy a quedar, no me dejará quedarme aquí y alejarme de mi casa.
En parte eso era mentira, ella solo estaba por esas vacaciones, pero había decidido que le gustaba el internado, tendría a su primo cerca ya él no se sentiría excluido de la familia y ahora tenía otra razón para quedarse. Un chico guapo que era todo un misterio para ella el haber llegado a sentir algo por él casi espontáneamente.
―Algo que nunca debe hacerse… ―dijo él sonriéndole.
―Solo cuando puedes obtener lo que quieres si lo haces. ―le tomó la cintura de los pantalones y lo acercó a ella para besarlo.
―Solo pido un favor ―dijo él antes de aceptar su beso.
―Ahora ¿Qué?
―No podemos decirle nada a tu primo, me matará en cuanto se entere.
Ni siquiera esperó el asentimiento de ella, rápidamente la besó fieramente, no podía contenerse con ella, una fuerza lo llevaba hasta el límite y, con ella, ese límite estaba muy débil antes de poder romperse.
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Mensaje por rose_vampire Mar Jul 31, 2012 11:28 am

Capítulo 11


Durante toda la semana Andrew intentaba pasar la mayor parte del tiempo con Natally, pero igual que en ocasiones anteriores, las vacaciones significaban más tiempo para las prácticas de fútbol de su colegio, por lo que también tenía que apartarse de ella todas las tardes.
―De verdad Natally, lo siento ―le dijo una tarde a su prima―. No quiero dejarte, pero me matarán si no voy, soy el mediocampista y capitán del equipo, no puedo faltar al entrenamiento. Te lo recompensaré.
―Lo harás cuando hayan iniciado las clases, debes ayudarme a ponerme al día con lo que hayan visto…
―¿Qué quieres decir?
―No seas tonto, And…Voy a estudiar acá después de vacaciones, ya hablé con papá…
―Tío Christian te ha matriculado en este colegio.
―Claro, sabes que nunca puede decir que no a algo que quiero ―respondió ella con una sonrisa―, además ya quería cambiarme de colegio.
―Natally, no verás a Tía Caroline ni a Tío Christian todos los días, sin añadir a Susie.
―Susie también vendrá, solo que entrará un poco después que los demás de primero, porque papá encontró la matrícula tardíamente.
―Nat, hablaremos de esto más tarde, no creo que sea una buena idea que te quedes aquí.
―Te tendré cerca primito, así no te sentirás tan solo.
Andrew suspiró. ―Hasta más tarde, Nat ―dijo y la dejó para irse a su entrenamiento.
―No lo veo convencido de que te quedes… ―dijo Derek, acercándose a ella después de que Andrew saliera―. ¿Estás segura de que no hará nada para que te vayas?
―Estoy segura ―respondió ella girándose para besarlo―, Andrew es cabeza dura pero al final solo quiere intentar hacer lo mejor para nosotras, cuando vea que estoy bien aquí se olvidará de lo demás.
―Eso espero, no quiero perderte… ―la besó nuevamente―. Aunque sea un misterio el cómo, pero te quiero a mi lado.
Natally sonrió. ―Ten por seguro que no me iré, no quiero sentirme vacía por algo que vaya a dejar atrás por gusto de mi casi-hermano.
***
Andrew llegó a su entrenamiento, el campo de fútbol empezaba a verse un poco blanco por la nieve que empezaba a caer, esa era una buena manera para practicar, las condiciones hacían que el balón corriera más rápido y fuese más difícil para el guardameta atajarlo.
Rápidamente los demás jugadores llegaron a la cancha, uno a uno se pusieron los tacos para practicar. Pero por más que lo intentó, no pudo concentrarse en el juego, su mente viajaba entre Natally, quien iba a renunciar a todo por quedarse cerca de él, y Cathlen a la cual deseaba tanto poder ver, se había dado cuenta que de verdad la amaba, ella era la única chica por la que había estado preocupado en toda su vida, bueno sin contar a sus primas y su madre, no podía dejar de pensar dónde había ido. Vincent y Gregory, quienes eran sus mejores amigos, jugaban como contenciones, esperando a que Andrew hiciera su creatividad para abrir al contrario y ellos controlar el balón y recuperarlo en cuanto alguien de su equipo lo perdiera.
Andrew durante todo el entrenamiento se dedicó a entregar mal el balón y a perderlo justo cerca de la línea de defensa, sus amigos simplemente no entendían lo que pasaba así que decidieron dejarlo solo y sin que el balón llegara a sus pies.
―¿Qué te pasó hoy? ―preguntó Vincent cuando estaban en las duchas.
―Perdiste todo lo que te llegaba… ―terminó Gregory.
―No lo sé ―respondió Andrew suspirando―, hoy no es mi día, tengo mucho en mi cabeza y no pude concentrarme.
―Pues no podemos jugar de esa manera el siguiente partido ―gritó James desde el otro lado, él odiaba a Andrew por su titularidad y haber sido elegido como capitán cuando él había quedado de segundo.
―Ya lo sé ―dijo Andrew levantándose y acercándose amenazante―. Estaré bien para el próximo partido, pueden estar tranquilos. ―Para ese entonces ya habrían iniciado las clases y él estaría con Cathlen, o al menos la podría ver.
Salió del vestuario y se fue a su habitación, estaba muy cansado como para hablar con Natally, ella era muy testaruda y el hacerlo significaba que terminaría siendo una discusión sin sentido.
***
Natally se encontraba en la biblioteca, quería un tiempo de tranquilidad, mientras Andrew no supiera lo suyo con Derek, si él iba a hablar con ella lo mejor es que estuviera sola para no tener que presenciar un encontronazo entre los chicos. La tarde caía y las sombras naranjas se proyectaban sobre las mesas de la biblioteca. Desde que se había matriculado a mitad de semestre tenía que hacer todos los trabajos pendientes y entregarlos al igual que todos sus compañeros.
Suspiró mientras colocaba el punto final a su trabajo de historia, un resumen acerca de las más grandes obras renacentistas europeas. Un trabajo corto, pero que contenía mucha información que tenía que seleccionar de acuerdo al país elegido para ello.
Recogió todas sus cosas, se vería con Derek en la noche, cuando sabía que era más improbable que Andrew saliera a buscarla.
Derek la esperaba al inicio de las escaleras que llevaban al sótano, saldrían a dar un paseo por el campus mientras caía la noche y sonaba la campana del toque de queda.
―¿Has terminado? ―preguntó Derek abrazándola.
―Sí, Italia era el mayor expositor del renacimiento, o eso, o al menos era del que más información había.
―Francia tuvo sus cosas también.
Natally sonrió y tiernamente colocó un dedo en la punta de su nariz. ―No discutiremos sobre ello ahora. ―Tomó su mano y salieron del edificio de clases.
Paseaban por el campus mientras el sol se ocultaba.
―Derek, ¿Puedo hacerte una pregunta?
―Hasta mil, cariño.
―Es que me estaba preguntando ―dijo ella mirando a la nada―. ¿Qué pasó entre tú y Andrew? No es normal que él sea así con los demás…
Derek sonrió. ―Nat, él siempre es así, solo contigo es tranquilo. Pero la verdad, todo viene desde que entré al internado, una chica entre nosotros fue lo que pasó.
―¿La chica que es mi compañera de dormitorio?
―Así es, pero no tienes que preocuparte, ya ella se acabó para mí… Tardó mucho en darse cuenta de la realidad si vuelve y deja a Andrew.
―Andrew no es malo, de hecho él es bueno y cariñoso.
―Nat, amor, no quiero discutir de esto contigo, pero si fuera bueno ella no habría intentando suicidarse.
―Tú no estabas aquí, no viste lo que pasó, por qué lo hizo, no viste lo que sufrió Andrew cuando la tuvo entre sus brazos casi muerta. ―A Natally se le enrojecieron los ojos al recordar a su primo ese día, la preocupación que se reflejaba en su rostro al ver que la persona a la que amaba estaba muriendo.
―Sé que no estaba aquí, una emergencia en mi casa me había hecho irme… Pero tampoco puedo decir que él sea malo, si la encontró a tiempo significa que no quiere perderla. ―Derek abrazó a Natally― Pero no quiero discutir. Dejémoslo ahí por favor.
―Está bien, quedaremos con el tema hasta aquí.
La noche había caído y los chicos debían ir a sus respectivas habitaciones, Natally esperaba con ansias conocer a la chica que había robado el corazón de su primo, era momento de poder hablar con ella.
Subió a su dormitorio, amaba a Derek y amaba a Andrew, tenía que hacer que ambos se conciliaran, no iba a estar separada de uno a causa del otro.
Y si era cierto que la enemistad entre ellos fue a causa de una chica el problema principal ya estaba arreglado. Era hora de que ambos se conocieran y pudieran notar que, a pesar de todo, eran idénticos en su manera de querer a los demás.
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Mensaje por rose_vampire Miér Ago 29, 2012 12:46 pm

Capítulo 12


Andrew estaba caminando hacia ella, había estado dando un paseo, él se acercó y sentó al lado de Cathlen, ella sintió un vuelco en el estómago y su corazón latía aún más rápido, se alejó un poco, pero Andrew la abrazó, la besó tiernamente en la mejilla y la miró a los ojos.
—¿Cómo supiste dónde estaría? —preguntó ella.
—Lo imaginé —respondió él—, algo dentro de mí me decía que volverías a tu pueblo natal.
—Pero… —reprochó ella suspirando—, nadie sabía dónde me hospedaría, ¿Cómo pudiste mandarme las rosas?
—Eso… lo… presentí… —dijo Andrew bajando la voz—. No sé cómo, pero sabía que estarías allí. —Se levantó, tomó la mano de ella—. Vamos, te llevaré a otro lugar ¿Tienes sed?
Cathlen asintió y él la llevó a un café cerca del parque, eligió una mesa cerca de la ventana, por la cual Cathlen miró y se dio cuenta que al frente estaba la casa de Nick. Andrew fue por las bebidas y Nick, quien estaba fuera, volteó a mirar dentro del café, su mirada se cruzó con la de Cathlen, ella se giró y miró a Andrew, quien se acercaba con dos batidos de chocolate, ella suspiró, tomó su bebida en silencio, Andrew sólo la observaba, sin poder decirle nada a ella.
Terminaron sus batidos y salieron juntos, Cathlen fue hasta el hotel, abrió la puerta de la habitación e invitó a Andrew a pasar, éste entró y se sentó en la cama, observó los tres ramos que estaban junto a él. Miró, también, que su tarjeta estaba al lado del lugar donde ella dormía, vio que los otros dos ramos aún tenían la tarjeta cerrada, o por lo menos la había cerrado ella.
Cathlen caminó hacia la mesita, tomó la nota que tenía Andrew a su lado, se sentó en la cama y la leyó nuevamente, en su mente. Ella suspiró y beso a Andrew ardientemente, él no entendía qué era lo que estaba pasando, miró que Cathlen se había levantado de la cama y estaba empacando de nuevo.
—¿Qué haces? —le preguntó, confundido—, ¿Vas a otro lado?
—No —respondió ella apenas mirándolo y siguió—, Volveré contigo al internado.
Esto era lo que menos quería Andrew, ella tenía que decidirse aquí, había venido a verla simplemente porque no podía pasar un momento más, solo, sin verla, sin besarla.
—Pero… no era que querías tiempo… para pensar.
—Bueno… sí, eso… eso era, pero creo que ya estoy clara.
Era el creo lo que hizo a Andrew dudar de su decisión de visitarla, eso había sido una mala idea. Tomó la maleta de Cathlen y empezó a desempacar todas sus cosas.
—Pero ¿Qué estás haciendo? —Ahora era ella la confundida.
—Mira… Puede ser que… me arrepienta de esto —dijo él acercándose lentamente a ella—. Pero… debes quedarte, estás tomando todo muy aprisa y… y yo debería volver solo al internado… Deberías pensar más sobre todo lo que ha sucedido… Esperaré por ti todo el tiempo que sea necesario.
Cathlen asintió tristemente, observó a Andrew detenidamente, todavía no podía creer que ese chico ahora preocupado por ella, hubiera sido algún día aquel muchacho frío, distante y molesto que tanto la había detestado. Se sentó en su cama, Andrew a su lado, la abrazó y la besó.
—Así sea toda la vida lo que deberé esperar, lo haré. —La besó en la mejilla, se levantó y salió de la habitación.
Cathlen se dejó caer sobre la cama y se sumió en sus pensamientos, fue así como se dio cuenta que amaba con toda su alma a Andrew, él era quien debía estar a su lado, puesto que había sido él quien había buscado su felicidad a costa de la de él, fue él que la había buscado, llevado a la enfermería y cuidado cuando los celos la habían embargado, era el único que se preocupaba tanto por ella que hasta, literalmente, la obligaba a quedarse para que pensara mejor su decisión.
Se levantó e hizo, nuevamente, las maletas, bajó al vestíbulo y tomó un taxi, sabía que no podía tomar el mismo tren que Andrew, pero al menos llegaría poco después de él.
Llegó a la estación del tren y tomó el último que iba hasta el pueblo donde se ubicaba el internado. Encontró un campo en el carro donde ella recordó haber conocido a los gemelos. Ahí también había sido donde escucho el primer insulto por parte de Andrew. Empezó a dudar sobre su elección, pero encontró todas las respuestas en su mente, esos indultos serían cosa del pasado, pues él ahora la amaba. Bajó en la última estación, tomó su equipaje y caminó hasta el internado, subió y dejo sus cosas en el dormitorio.
Le pareció extraño mirar otras cosas además de las suyas en aquella habitación, pero no le dio importancia, ahora lo primordial era buscarlo. Había elegido y tenía que decírselo cuanto antes.
Salió de su dormitorio y fue a buscar a Andrew, en el camino se encontró con Derek y Natally, el haberlos visto juntos, como pareja, le hizo estar más segura en su decisión, no sentía seña alguna de celos.
Derek miró a Cathlen que se acercaba y soltó a Natally, esperó a Cathlen y la saludó.
—Cathlen necesito hablar contigo un momento —dijo después de que ella respondiera su saludo.
—¿Eso puede esperar?
—Pues… creo que sí, ¿Por qué?
—Tengo que hablar con alguien —respondió ella. Derek sabía a que se refería, minutos antes había pasado Andrew cerca de ellos—, ya elegí… y… lamento haber jugado contigo. —Miró a Natally—. Hola Natally —la saludó amablemente—, sabes ¿Dónde está tu primo?
—Em… —respondió ella un poco sorprendida, no se esperaba que reaccionara así después de lo que había pasado antes de que Cathlen se fuera del internado—. Bueno… creo que está en su habitación. No hace mucho llegó.
Cathlen le agradeció y se volteó, comenzó a correr por el pasillo, giró a la izquierda al final y entró en la habitación de Andrew. Lo abrazó y besó, él se quedó perplejo y la miró interrogante, ella le entendió y simplemente le respondió.
—Ya entendí a quien le pertenece mi corazón —le miró de nuevo a esos ojos grises que le encantaban—, lo comprendí apenas saliste del hotel. Tú te preocupaste por mí desde el principio, aunque fue difícil, cambiaste tu forma de ser y dejaste que te creyeran débil sólo para estar a mi lado y me entendías tanto como para conocer dónde estaría pasando navidad… —Tomó un respiro y se sentó en la cama—. Y te preocupaste tanto de si me equivocaba o estaba presionada con tu visita al pueblo que me obligaste a quedarme para pensar mejor las cosas y con eso —se levantó y se puso en frente de Andrew—, sé que no me arrepentiré jamás de esta decisión.
Abrazó nuevamente a Andrew y justo cuando lo iba a besar, la puerta del dormitorio se abrió e irrumpieron Natally y Derek tomados de la mano.
Andrew miró furiosamente a Derek, pero Natally habló antes de que lo hiciera él.
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Mensaje por rose_vampire Miér Ago 29, 2012 12:47 pm

Capítulo 13

—Hola Andrew… erm… quería hablar contigo, pero… —empezó a decir nerviosa— creo que vine en un mal momento. —Le sonrió a Cathlen y cuando se iba a voltear, ésta le dijo:
—Bueno… Natally, yo casi me voy… quédate. —Miró a Andrew y justo cuando iba a salir Derek se volvió hacia ella.
—Cathlen espera, esto también es bueno que lo escuches… —De esa manera mataba dos pájaros de un solo tiro, ella se daría cuenta que no lo dañaba eligiendo a Andrew. Derek se fue a la puerta y la cerró antes de que ella llegara hasta allí.
—Pero… —empezó a protestar—, estoy cansada y deseo irme a dormir. —Bostezó.
—Erm… creo que deberías dejarla —dijo suavemente Natally—, de todas maneras no siento que ella tenga ningún problema, quien me preocupa cómo tomará la noticia es Andrew…
—¿Qué noticia? —preguntó Andrew, se sentía excluido en ese momento—, Nat, ¿De qué estás hablando?
—Déjala ir, Derek —insistió Natally ignorando a su primo y al ver la negativa de su novio a dejar ir a la chica.
—Bueno, cariño —respondió él alejándose de la puerta, Cathlen salió.
Natally miró a Derek y en un susurro le dijo: —No hagas que Andrew te golpee… —Se giró a mirar a Andrew—. Siéntate, sé que no te gustará lo que tengo que decirte, pero es mi felicidad.
Él estaba perplejo, debía haber escuchado mal, Natally no podría estar con ese tipo, en especial después de todo lo que él le había comentado que había hecho con Cathlen y como los había separado.
Respiró hondo. —Nat ¿Qué noticia? Y ¿Por qué Derek te llama cariño? —Lo envenenó con la mirada —Sabes lo que opino de él…
—Sí, sé exactamente lo que piensas sobre él, pero —lo interrumpió ella antes de que continuara—, la verdad no me interesa lo que creas o dejes de creer. Sabes… —se interrumpió, no sabía por qué se sentía tan confiada en decir las palabras que estaban en su mente, jamás las hubiera dicho estando en una situación similar con otro chico que no fuese Derek—. Sabes yo lo quiero… mucho… y no dejaré que tú me arruines la vida… —respiró hondo, pero antes de que pudiera agregar más Andrew la interrumpió.
—Arruinarte la vida ¿Yo? Por favor, sólo porque piense lo que piense de él no voy a decirte nada, sólo cuídate, ya sabes lo que pasó con Cathlen por su culpa. Solamente por ser precavido y preocuparme por ti… soy… soy el… culpable de arruinarte la vida… —La última parte le costó sacarla de su boca, jamás pensaría en destruir la felicidad de su prima, pero sí se preocupaba por ella, no quería verla padeciendo ninguna tristeza, sólo por una mala elección, siempre la había apoyado en todo lo que pudiera, estando lejos de casa o cerca.
—Sí, Andrew —habló Derek con voz firme, después de observar que Natally enrojecía de furia—. Lo de Cathlen fue simplemente una niñería. Además ya sabía que ella te elegiría a ti, no cabía duda de que te ama. Sabes, cuando ella estuvo conmigo, como mi novia, no se preocupaba por otra cosa que por ti, cómo estabas, dónde te encontrabas, qué hacías, cómo te sentías después de la ruptura entre ustedes. Cuando terminó conmigo, sí, me dijo qué quería pensar las cosas, estaba confundida, siempre supo que te amaba, pero esperaba a que tú le demostraras que sentías lo mismo por ella, no quería ser sólo un juego más.
—Hey, no me habías dicho nada sobre eso —le dijo Natally a Derek, luego se volvió hacia su primo—. Y tú no me compares con esa chica, te puedo decir que somos completamente diferentes, actuaría diferente en su lugar y no haría lo que hizo.
***
Cathlen estaba en su habitación, desempacando. Estaba feliz de que al final nadie saliera herido con todo lo que ella misma había propiciado, lo que le preocupaba era la manera en la que iba a actuar Andrew cuando se enterase de que ese par estaban juntos y se notaba que ya llevaban un tiempo.
Se puso la pijama para acostarse, leer un poco y dormir, el día había sido sumamente largo. La puerta se abrió y entró Natally.
—Creo que no te había dicho, compartimos habitación…
—Me lo imaginé —contestó Cathlen—, en especial después de que siempre he estado sola y no han entrado los de primero.
—Los de primer entran después de Navidad ¿Cierto?
—Sí, estoy deseando ya que entren mi hermano viene a la secundaria, no le permitieron hacer primaria aquí…
—Susie entrará después este mismo año… —comentó Natally—. Disculpa que te moleste, pero puedes ir, Derek quiere decirte algo y creo que es necesario que me ayudes a calmar a Andrew, estoy a punto de golpearlo.
—Bueno… estaba a punto de acostarme, pero… —respondió Cathlen, al mirar el rostro de Natally, decidió más prudente ir, además los chicos estaban solos y era probable que hubiese una pelea—. Sí, dame un momento.
Se levantó de la cama y se puso unos vaqueros, una blusa y los zapatos. Salió con Natally de la habitación.
***
Mientras que Natally había salido enojada de la habitación de Andrew, él se preguntaba cómo podía dar vueltas la vida y la persona a la que estaba detestando en ese momento era la pareja de quien consideraba como su hermana.
En el dormitorio se respiraba un ambiente tenso. Andrew no tenía intención alguna de hablar, así que se sentó en el escritorio y se volteó para hacer sus deberes.
Derek estaba incómodo, definitivamente sabía que tenía que decirle a él las cosas, en especial ahora que volvían a iniciar las clases, después de un corto silencio decidió entablar algo de conversación.
—Lo siento, Andrew, pero… pero es que ya sabía que Cathlen te elegiría y…y bueno, yo no iba a esperar tanto tiempo para volver a ser re… recha… rechazado. —Escupió la última palabra, odiaba que fuese así, pero era mejor decirlo ahora.
—Pero yo no sabía nada —espetó con furia Andrew— y aún así la esperé, imagina lo difícil que fue para mí cuando la visité, y ella empezó a empacar, la obligué a que se quedara más tiempo, que pensara mejor las cosas. La dejé sintiendo que la había presionado con mi visita. —Andrew se había girado y levantado de la silla, estaba frente a Derek con gesto amenazante, sus ojos demostraban el dolor que había pasado al dejarla allí—, y ahora vienes a decirme que no la ibas a esperar, ¿Por qué demonios no lo dijiste antes?...
—Espera, Andrew —dijo Derek alejándose de él—. Cuando me di cuenta de las cosas como eran, que amaba a Natally y que iba a dejar a Cathlen, ella se había ido.
—Sí, pero ¿No es cierto que le enviaste flores? ¿No podías enviarle una carta? Esta bien ella no se había llevado su celular, pero podías haberle dicho esto que me dices en una carta.
—Espera otra vez —interrumpió Derek—. ¿Cómo sabes que le envié flores?
—Eso no importa ahora —dijo Andrew—, lo que interesa aquí es que tú también estabas jugando con Cathlen, ¿Qué hubieras hecho si me hubiera rechazado?
—Te lo dije, ella nunca te hubiera rechazado. Además ella fue la que siempre jugó conmigo, jamás le importé más que como un amigo, no me gané su amor —respondió Derek.
Andrew no podía oír nada más, estaba odiando más que nunca a ese chico, no podía ser que fuera así. Aunque muy inconscientemente se dio cuenta de que así actuaba él, apenas unos meses atrás, indiferentemente a lo que podían sentir las chicas. Solo deseando una cita y una noche y si te vi no me acuerdo.
Ya no aguantaba más esa actitud, estaba completamente errónea, además si actuaba así con Cathlen podía hacerlo igual con Natally y eso no lo permitiría, su prima era lo más cercano a un hermano que había tenido en su vida, ni siquiera su verdadero hermano, a quien sus padres habían enviado a un orfanato. Se preparó para golpear a Derek, se acercó letalmente con sus puños formados y apuntando al rostro.
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Sin titulo (Una Historia Romántica) Empty Re: Sin titulo (Una Historia Romántica)

Mensaje por rose_vampire Miér Ago 29, 2012 12:49 pm

Capítulo 14


En ese momento entraron a la habitación Natally y Cathlen, ambas tomaron a sus respectivos novios antes de que iniciara una pelea, a pesar de que no sabían qué era exactamente lo que estaba pasando.
—¿Qué sucede aquí? —preguntó Cathlen sosteniendo a Andrew, lo miró a los ojos esperando a que se tranquilizase.
—Pues… —respondió él, serenándose y sentándose en la cama, alejado de Derek—, pues resulta que Derek iba a jugar contigo cuando te decidieras… si lo hubieras elegido a él, claro está.
—Pero, ¿Cómo? —dijo Natally soltando al chico y observándolo—, ¿Es cierto eso, Derek?
—¡No! —contestó el aludido—. Primero, no soy tan inhumano, luego ella fue la que jugó conmigo y además… —Miró a Cathlen— además, discúlpame Cathlen, pero no iba a esperar una eternidad para que ella decidiera y ser nuevamente rechazado ante él. —Señaló a Andrew—. Perder el tiempo sólo por ella.
—¡Um! Yo creí que eras diferente de cómo era Andrew al inicio —dijo Cathlen completamente incrédula—, pero me doy cuenta de que fui una tonta… ¿Cómo estabas tan seguro de que yo no te elegiría?, ¿Qué quizá podría haberte dado una oportunidad como la merecías?
—Y eso… —dijo Natally casi al mismo tiempo que hablaba la otra chica—, ¿Piensas que nosotras solo hacemos perder el tiempo?, sabes… —se alejó de él un poco—, creo que lo nuestro no funcionará si piensas así.
—Pero la verdad —dijo Cathlen intentando soltar un poco la tensión en el dormitorio—, no creo que me hayan hecho venir hasta aquí, sólo por una disputa.
Andrew se levantó de la cama y se acercó a ella, abrazándola posesivamente. —No quieres saber ¿Por qué está pasando esto?
—Bueno… me gustaría saber la historia detrás de esta pelea, pero me di cuenta de que esto es un asunto de familia y…
—Y tú eres familia ahora —dijo Natally. “Para que Andrew la tenga a su lado es porque de verdad la ama”
—Bueno… gracias por el voto de confianza… pero al final de verdad ¿Para qué me trajeron aquí?
—Era más que todo para que supieras que no tenías que preocuparte por si Derek de nuevo se involucraba en tu relación con Andrew porque somos… —Natally respondió, aunque el pesar al llegar a la última palabra le hizo recapacitar y cambiar la palabra— bueno… éramos pareja, pero creo que si él continúa pensando así no habrá nada sano entre nosotros.
—Sabes, Nat —interrumpió Andrew— no creo que, me siento idiota defendiéndolo, que él te vaya a dañar a ti, lo tienes como siempre creíste que podrías tener a un chico, babeando por ti y adorando lo que haces.
—Pero, And… no estás escuchando lo que dijo —contradijo ella—. Además, si piensa que es una pérdida de tiempo esperar por alguien, no sé por qué pospuse mi salida de este internado, sólo por él, contigo podía seguir charlando, pero sin él hubiera sido difícil, realmente.
—Pero yo no dije eso, cariño —intentó Derek de ablandarla—, sólo dije que ya sabía que Cathlen estaría con tu primo y además ya entendía que ella y yo no teníamos un futuro prometedor o al menos algo bueno.
—Y entonces —le interrumpió Cathlen—, ¿Por qué no me lo dijiste antes?
—Porque, como le dije a Andrew, me di cuenta cuando ya no estabas en el internado —dijo Derek mirándola tranquilamente— y no, no te envié ninguna carta para avisarte pues ya conocía de antemano tu decisión, siempre había sido así, primero Andrew, después quizás yo…
—Pero si ya una vez había rechazado a Andrew, ¿Por qué no pensaste que podía volver a hacerlo?
—Simplemente porque esa vez te retractaste en cuestión de segundos.
—Sí, pero… talvez esta vez no me hubiera retractado después de todo.
—Entonces… —dijo Natally pensativamente—, tanto Andrew como Derek tienen razón.
—¿Por qué? —preguntaron a unísono los chicos.
—Sí, Natally, dime ¿Por qué dices que ambos tienen razón? —preguntó Cathlen, su mirada llena de curiosidad ante lo que estaban a punto de decirle.
—Bien… —respondió ella, sentándose en la cama mientras los miraba a todos, se sentía extraña siendo la entrometida, pero ese triángulo debía destruirse ahora y también aclarar unas cuantas cosas—. Primero, And tiene razón en que Derek quería jugar contigo, eso no es la actitud que debería haber tenido. Él tenía que decirte lo que pensaba de todo esto desde el principio, sin embargo… —esta vez ella miró entre Cathlen y Derek—, a la última conversación que tuve con And y Derek, me di cuenta de que tú habías estado jugando con ambos, pero tampoco entiendo por qué, si Derek sabía que te ibas a quedar con mi primo, nunca se alejó de ti o alguna vez te hubiera dicho algo.
—Cariño, entiéndeme —dijo Derek sentándose a su lado y mirándola a los ojos avellana—, tenía un poquito de esperanza, pero luego, después de conocerte, me di cuenta que esa esperanza la iba perdiendo, al mismo tiempo en que me daba cuenta de que yo a Cathlen no la amaba, simplemente era un capricho, sin ofender, pero en realidad a quien amo, sin saber todavía cómo puedo sentir esto tan fuerte, es a ti —la besó—, pero si crees que lo nuestro no va a funcionar —unas cuantas lágrimas se agolparon en sus ojos—, no tengo ninguna otra opción que dejarte libre y perderte. —Esas pequeñas lágrimas descendieron por sus mejillas.
Él se levantó y salió de la habitación, dejando a Andrew y Cathlen completamente atónitos, esto no podía ser cierto.
Natally sintió que su corazón se hundía en su pecho, no era posible que pudiera sentirse así cuando un chico que apenas conocía la dejaba, estaba de acuerdo con que era una extraña atracción la que tenían, pero de todas maneras no debía doler tanto como lo estaba haciendo.
***
Derek caminó despacio, no podía creer que había perdido a la persona que había llegado a importarle tanto en su vida, la persona con la que se sentía completo. En fin, haber perdido a Natally.
Se fue hacia su dormitorio, las lágrimas escociendo sus ojos, a pesar de que algunas habían rodado por sus mejillas, no podía permitirse llorar, era un chico y el dolor tenía que ocultarlo, o al menos así lo habían criado, sin contemplaciones. Lloraba y su padre le azotaba, tenía que tragarse su llanto hasta estar completamente solo. Y compartiendo dormitorio, no estaría sólo en ese momento.
Antes de abrir la puerta prefirió sentarse fuera, no quería que Charles le viera así, se burlaría de él. Se sentía solo ahora, no podía hablar con su hermana, Casie simplemente le serviría de consuelo un rato y después recordaría la soledad que pasaba estando en el internado.
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Mensaje por rose_vampire Miér Ago 29, 2012 12:50 pm

Capítulo 15

Cathlen estaba atónita, no podía creer lo que estaba pasando, se sentó en la pequeña silla del escritorio, mientras miraba a Derek salir de la habitación, ella quería llamarlo, pero su voz no salía. “Él tiene que ser feliz” pensaba, sin embargo, no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo volver al dormitorio y mucho menos cómo hacer para que Natally no lo rechazara.
Miró a Andrew, quien consolaba a Natally, en qué momento empezó a llorar no lo recordó, pero había algo que tenía que hacer, enmendar un error que en realidad había hecho alguien que le importaba y no iba a dejar que una simple estupidez dejara dos corazones destrozados, sabía que Derek estaba así como Natally.
Salió de la habitación y fue buscando a Derek por los pasillos. Lo encontró sentado al lado de su dormitorio, todavía corrían lágrimas por sus mejillas. Ella se sentó a su lado, le abrazó para reconfortarlo.
—Sabes, a mí no me importa en nada lo que dijiste sobre mí… —le dijo mientras limpiaba una lágrima de su rostro—, pero creo que le debes una disculpa a Natally.
Ella se levantó, tomó la mano de Derek, le miró nuevamente y sacó un pequeño pañuelo de su bolsillo del pantalón, se lo entregó para que él se limpiara la cara y lo ayudó a levantarse.
Derek no podía creer lo que estaba pasando, por su mente pasaba la clara decisión de disculparse con ella, en realidad se sentía muy tonto por lo que había dicho, luego de una pausa mientras miraba a Cathlen y lo que ella estaba haciendo, hizo el intento de hablar, Cathlen lo acalló antes de que él dijera nada.
—Tranquilo, sé que lo que habías dicho antes no querías haberlo dicho —dijo en tono despreocupado—, en especial con la intención que te dio a entender el tono de tu voz, pero eso fue más problema de la rabia que sentías en ese momento contra Andrew, contra lo que deseabas, no sé qué pasó antes de que nosotras llegáramos, pero eso te hizo enojar… —Tomó un respiro—. Y en los momentos de furia decimos lo primero que se nos ocurra.
—Bueno… —respondió él avergonzado, sabía que había algo que no había hecho bien y eso era haberle fallado a Natally—, eso en parte es así, en realidad, todo; pero me siento como un estúpido, no quería hacerle daño a Natally y mucho menos hacerte ver como una persona inhumana ante ella y Andrew. De verdad lo lamento.
—Mira… ahora no me importa eso. De verdad pienso que debes ser feliz —lo observó unos segundos—, y para eso… —se detuvieron frente a la puerta del dormitorio de Andrew—, debes pedir disculpas a Natally. Yo me llevaré a Andrew para que ustedes dos puedan estar solos.
Cathlen abrió la puerta y entraron.
***
Andrew no podía terminar de consolar a Natally, esto era lo que había estado evitando, conocía a su prima, ella quería a cualquier costo, significase lo que significase. Doliera lo que doliera.
—Pero ¿Cómo pude ser tan estúpida? —decía ella entre sollozos.
Él no era bueno en esto, jamás le había tocado consolar a nadie. —Nat, sólo fue una tontería. —¿Era posible que estuviera defendiendo a ese chico? No, él solo quería que Natally estuviera tranquila.
—Tenías razón, debí alejarme cuando pude, ni siquiera debí acercarme a él.
—No es tu culpa, Nat. Simplemente hay cosas que no podemos cambiar, pero que nos hace fuertes, ahora sólo debes ver las cosas hacia delante.
—Pero no entiendes. Ni siquiera yo entiendo. Lo amo. No puedo explicarlo. —Ella se pasó las manos por el rostro en un gesto de frustración—. Algo en él me llama. No puedo evitarlo, me siento como una idiota nunca debí confiar en él.
Era hora, Andrew tenía que confiar en Natally, era la única manera que tenía para tranquilizarla, aunque eso significara que tenía que tragarse de nuevo su orgullo y presentarse como amigo de aquel quien le alejó de su más grande amor. —Dale una oportunidad, Nat, la merece. Y sabes que jamás digo ese tipo de cosas.
—Escuchaste lo que dijo, es una pérdida de tiempo esperar a alguien, está en lo correcto, perdí mi tiempo aquí con él.
—No es cierto y lo sabes, él era tu compañía cuando yo no podía, estuvo contigo cuando me fui sin avisarte a buscar a Cathlen, él ha estado ahí para ti cuando yo no estuve. —Andrew suspiró—. Me arrepentiré toda mi vida si permito que te quedes así, cuando tiras todo a la borda por un minúsculo comentario, cuando estaba enojado. ¡Hey! Si hasta lo iba a golpear, de alguna manera tenía que dejar que su furia se saliese de su cuerpo.
—Pero jamás debió de haber dicho nada de eso, And. Simplemente no sé que estoy haciendo aquí. Bueno… además de acompañarte, sabes todo lo que hice por quedarme…
—Lo sé cariño —dijo acariciándole la espalda suavemente—, sólo tienes que escuchar a tu corazón, es el único que puede darte la razón.
—Pero duele, ¿Cómo hiciste para soportar todo esto?
—No lo soporté, al contrario huí en su busca, siempre hay algo en lo que amamos y, Natally, nosotros amamos por la eternidad y con el alma.
Ella se sintió extraviada con esto, sabía desde la primera vez que había visto a Derek en la habitación de su primo, él debería de estar con ella, ese sentimiento de poseerlo a su lado la había hecho mantenerse a su lado, besarlo aquella tarde en su dormitorio, pensar cada momento del día en él. Tenía que aceptarlo, se había convertido en parte de su mundo, aunque con el mínimo esfuerzo echó raíces en su corazón. Las lágrimas empezaron a escapar de sus ojos nuevamente. Se había dicho que nunca, jamás, lloraría por un chico, pero este le había roto el corazón.
Escuchó pasos fuera del dormitorio, miró alrededor y notó que Cathlen no estaba dentro. Suspiró y se abrazó más fuertemente a Andrew, él era el único que siempre estuvo ahí cuando alguien le dañaba, aunque estuviera a miles de kilómetros de distancia, podía contar con él y esta vez no quería estar en ningún otro lugar más que en sus brazos, era su hermano, aquel que nunca había tenido y ese apoyo que siempre tenía de él era lo que la mantenía tranquila.
Andrew la abrazó y le acariciaba su cabello, tal como cuando eran niños y ella se lastimaba, la rodeaba con sus brazos, le acariciaba la espalda suavemente hasta que ella se tranquilizaba, aunque esta vez iba a ser difícil que se tranquilizase antes de que tuviera que irse a su dormitorio. Cathlen no estaba para que le acompañara, de hecho había salido tan rápido de su habitación que ni se había enterado.
La manija de la puerta giró y miró a Derek entrar con Cathlen. Esta vez miró a Derek sin esa furia que le caracterizaba, en cambio sus ojos decían el pesar que sentía con Natally en sus brazos sollozando por culpa de su estupidez y no cuidar lo que salía de su boca. Lo miró con cierto grado de súplica para que se acercara a la cama y hablara con Natally, ellos tenían que hablar y desnudar sus sentimientos antes de que los dos se convirtiesen en rocas, para no demostrarse el dolor que sentían por el sufrimiento del otro.
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Mensaje por rose_vampire Miér Ago 29, 2012 12:51 pm

Capítulo 16

Derek se acercó a la cama, abrazó a Natally, colocándose de rodillas frente a ella.
Cathlen recordó lo que había prometido, no dejó que Andrew dijera ni una palabra, inmediatamente dijo —Erm… Andrew, creo que deberíamos hablar fuera.
—Bueno… —respondió él levantándose, le habló a Derek en un susurro: —Ten cuidado, se pone irritable cuando llora.
—Sí, claro —respondió Derek mirando a Natally.
Cathlen y Andrew salieron a dar un paseo por el internado, tenían mucho tiempo de no estar juntos en el colegio y pasearse por las áreas verdes en el atardecer.
Natally vio a su primo salir del dormitorio, ella no quería quedarse con Derek, se sentía estúpida y no iba a mirarle a la cara después de lo que él había dicho, jamás debió de ser tan tonta, tenía que haberse alejado de una atracción tan extraña.
Derek se animó, ahuecó su rostro entre sus manos y le hizo mirarlo a los ojos.
—Lo siento, cariño…yo… yo te amo. —La sinceridad en sus ojos dejó a Natally sin respiración—. Lamento haber dicho todo aquello, por ti esperaría hasta el final de los tiempos, pero tenía rabia porque tu primo me iba a golpear y que a Cathlen no le importase nada lo que fuera a hacerle, pero me di cuenta de que ahora estoy más tranquilo, que si hubiera pensado mejor las cosas habría sido otra historia, si hubiera tenido una mente fría ante todo lo que pasaba, jamás hubieras dudado de mí.
—Pero… —dijo Natally con lágrimas en sus ojos, sollozando aún—, lo escuché en tu voz, escuché la verdad que se escondía detrás de tus palabras. Me hizo sentir tan estúpida por haberme inscrito en el internado y haberte esperado tanto, haciéndote caso para ocultarle todo a alguien que es casi mi hermano… Y tú diciendo eso…
—Y te estoy diciendo que me arrepiento por eso… —la interrumpió—, me siento como un idiota, espero que me perdones y me des una oportunidad para arreglar todo esto y para que entiendas que en realidad estoy arrepentido de lo que dije, no quería herir a la persona que amo…
—Yo no debo darte ninguna oportunidad —dijo ella, ayudándolo a levantarse—. Tienes que demostrarme que estoy equivocada, que de verdad me amas, no sólo con que lo digas, sé como te sientes, ni yo entiendo cómo puedo amarte si apenas nos hemos conocido en unas pocas semanas. Aunque también tienes a tu favor el que nunca había visto a Andrew cambiar de idea tan rápido con respecto a una persona tanto como lo hizo hoy…
—¿En serio? —la interrumpió él—. Te lo demostraré siempre. —La besó apasionadamente—. ¿De verdad Andrew me defendió?
—Sí, lo ha hecho, te ha defendido —asintió ella.
—Extraño, porque él siempre me ha detestado.
—Pero ¿Por qué te odia mi primo?
—Una larga historia… fue… —él la miró, puso los ojos en blanco entendiendo perfectamente lo que había sido—, una inmadurez, esencialmente, hice algo que no debí hacer y… bueno… de ahí viene todo el problema de que Cathlen se fuera y el corazón del problema que hubo ahora, pero aún no me has respondido…
—No me has hecho alguna pregunta que necesite respuesta —dijo ella y en su rostro se dibujó una sonrisa.
—Mi pregunta era sencilla, ¿Me perdonas y das otra oportunidad a lo que compartimos?
Natally volvió a sonreírle, le tomó la pretina del pantalón, lo acercó y le besó fieramente mientras él la abrazaba fuertemente, cuando terminó de besarlo lo miró, sus ojos oscurecidos por la lujuria que sentía en ese momento, quería tenerlo junto a ella siempre. —Con esto, ¿Crees que no…?
Derek la interrumpió antes de que terminara con otro beso. —Te amo, Natally y no te dejaré ir nunca y si necesitas tiempo en el futuro, te esperaré toda la vida.
***
Cathlen tomó la mano de Andrew, extrañaba tanto su contacto. Durante esas vacaciones fuera del internado había extrañado tantas cosas y aún estando fuera no había tenido la oportunidad de visitar a Damian, con él se hubiese sentido menos sola y hubiera podido volver más rápidamente al colegio.
—¿Qué te tiene tan pensativa? —preguntó Andrew, mirándola y sonriéndole.
—Lo tanto que extrañaba estar aquí, creo que si hubiera sido más racional y menos dramática no me hubiera ido, estaría contigo más tiempo y todo esto que pasó hoy ni siquiera hubiese iniciado.
—No te preocupes por ello, amor —dijo él mientras la acercaba para abrazarle por la cintura—, esto siempre hubiera pasado, tal vez no por el mismo motivo, pero Natally es muy posesiva y cuando quiere algo lo obtiene y si lo pierde… —Dejó la frase ahí, todavía podía verla llorar y dando al traste con cosas tan sencillas como la mal interpretación de las palabras de otros.
—Sí, lo entiendo, pero al menos podría haber hecho algo y no actuar tan fuera de este mundo, pensará que soy una idiota.
—No lo hará. —Andrew la colocó frente a sí y la besó apasionadamente, no podía creer que ella estuviera de nuevo junto a él. Tanto había echado de menos su contacto, su sabor, la suavidad de su piel entre sus brazos. La amaba a pesar de todo lo que alguna vez había hecho contra ella. Ahora recordaba esos momentos y deseaba con tanto ahínco volver al pasado y no hacerlo, tratarla como la chica hermosa que era.
Cathlen sonrió para sus adentros, ese toque se sentía tan natural, como si simplemente fuera propio suyo, que el mundo se completaba teniendo a Andrew a su lado. Pensó en las tantas veces que había esperado poder llamarle la atención. Aunque él se burlara de ella, siempre le había gustado, extrañó cómo se sentía, creyendo que esto era un sueño ella adoraba sus fuertes brazos alrededor de su cintura, la suavidad de su cabello entre sus dedos. Su calor era perfecto para los días de otoño, cuando el viento soplaba y la brisa fresca llenaba los pasillos del internado.
Ambos se habían acostumbrado a que todos los vieran, era ya algo de lo que no estaban preocupándose, para qué hacerlo cuando vivían algo tan especial.
—Simplemente eso espero —dijo ella mirando esas profundidades grises, como adoraba esos ojos—. No podría estar tranquila si ella pensara así de mí.
—Amor, tranquilízate, Nat nunca ha sido así… —respondió él, mientras volvía a andar—. Nunca juzga por haber hablado unos segundos con alguien. Aunque me pareció tan extraño que ella se hubiera enamorado de Tasgrow tan rápido, no lo creo aún.
—Sólo hay que darle tiempo, a lo mejor es algo pasajero.
—Cuanto deseara yo que sea así, pero se nota que hay algo más que solo algo pasajero, para que se decidiese quedar aquí…
—¿Se quedará aquí? —cuestionó ella.
—Sí, me lo dijo hace algunos días. De hecho creo que es tu compañera de habitación.
—¿En serio? —respondió. Al fin contaría con una compañera de habitación una idea que le gustaba.
—Así es, me di cuenta que ese era su dormitorio cuando te fui a buscar después de que nos vieras. —La tristeza se había metido en esa frase, no quería hacerla recordar eso, él mismo quería olvidarlo.
—Actué de mala manera —dijo ella tranquilamente, mirándolo, lo besó—, te agradezco que hubieras estado allí esa vez, de no ser por ti, estaría enterrada y nunca más hubiera tenido la felicidad que me das cuando estoy contigo.
Andrew sonrió, había sido un error que casi le cuesta la vida a ella y él no hubiera podido seguir su vida tal como estaba si la hubiese perdido. —Hablando de ello, creo que ya es tarde, deberíamos volver, quizás ya Nat arregló el problema o mató a Tasgrow —dijo sonriendo de nuevo.
—No creo que mate a Derek, aunque puede que ya lo haya golpeado y él necesite una mano para defenderse de ella. —Ambos volvieron por sus pasos mientras las luces del atardecer se quedaban entre los árboles y el sol se reflejaba tenuemente en las aguas del pequeño lago.
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Mensaje por shandrak Jue Ene 31, 2013 12:11 pm

me esta encantando la historia beso bye muchas gracias
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